En el barrio compostelano de Conxo, ¡al fin!, se está dando un repaso a la entrada a la ciudad por el Camino Portugués. Sin tiempo no era. Atrás quedan problemas vecinales del pasado y enfrentamientos poco educados entre grupos de vecinos que defendían que la ruta jacobea pasaba por aquí o por allá. Conxo tiene todo el respaldo histórico, pero hasta ahora la señalización era muy mala y el trazado, penoso. Las obras de mejora, acometidas hace unos días, suenan a música celestial.
En el mismo sentido se está arreglando la llegada a Santiago por el Camino Inglés a la altura del polígono del Tambre. Ante la imposibilidad de diseñar desvío alguno, histórico o no, se está haciendo lo que se puede hacer: dignificar el paso de los 15.000 peregrinos anuales por una zona que encanto tiene poco.
Peregrinos del norte
No suman legión los habitantes del norte de Inglaterra, allá por la frontera con Escocia, que recorren los Caminos de Santiago. Pero todos los años una empresa, Explore4all, organiza un par de salidas, y con notable éxito. Su último grupo llegó a Compostela hace dos semanas, trabajando ahora con una agencia de viajes (Zonda) para reforzar su oferta y ampliarla.
Ante las voces que claman al cielo porque eso es, desde luego, muy comercial, hay que recordarles que desde el siglo IX el Camino tiene una faceta económica fundamental, y hoy en día de tanta relevancia que, de no ser por él, municipios enteros, como Triacastela, por ejemplo, estarían desiertos. Así de claro.
Jornada en Newcastle
Y hablando de ingleses, en la Universidad de Newcastle se ha organizado para el 15 de noviembre una jornada dedicada al Camino con la gastronomía como bandera. De Newcastle salió al menos un barco de peregrinos en época medieval, y vistas las distancias es muy probable que fuera el único.
¿Cuál es el secreto, por lo tanto? El trabajo animoso de una profesora que lleva allí poco tiempo pero que ha entrado con fuerza. Es Noelia Cacheiro, de Xunqueira de Ambía, localidad por donde pasa el Camino del Sudeste o Vía de la Plata.