Choque de intereses en un debate tenso y subido de tono

M.M. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Mosteiro

19 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El ambiente se percibía crispado en el auditorio del centro social del Ensanche, incluso antes de que los ocho miembros de la mesa redonda celebrada en la noche del jueves tomaran asiento. En el debate estaban representadas, salvo la visión de la Xunta de Galicia, todas las opiniones sobre la problemática de los pisos turísticos, y a medida que avanzó el debate quedaron claros los intereses encontrados y que los propietarios de este tipo de establecimientos se consideran atacados.

El representante de la Asociación de Inmobiliarias de Galicia, Rafael Rey, quiso dejar claro que el problema «no son los que puedan estar legales, sino la inmensa mayoría, que son ilegales». El portavoz de Aviturga rechazó las acusaciones de ser los responsables de la falta de viviendas para el alquiler tradicional y de la subida de los precios, aportando el dato oficial de que en Santiago hay «600 pisos turísticos registrados» (a los que en parte representa Aviturga), un porcentaje mínimo de las 36.000 viviendas que hay en Compostela. Ante los reiterados mensajes de la empresa Compostela TRIP 30, la asociación Agalin, Roberto Almuiña, presidente da Asociación de Veciños Fonseca, y de la concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón de que el número real es muy superior y que son un negocio redondo «al no pagar impuestos», algunos de los presentes negaron el cálculo. El tono del debate subió cuando Ramón García Seara, gerente de Hostelería Compostela, apuntó que los pisos turísticos, a diferencia de los establecimientos hoteleros, eluden entregar datos de sus huéspedes a la policía. Esto provocó las críticas del publico, que no captó el hecho de que Seara se refería a los cientos de ilegales, que algunas fuentes cifran en el triple de los registrados. Voces del público aseguraron que pagan tanto o más impuestos que los que destinan sus pisos a alquiler tradicional, lo que fue contestado por José Antonio Seijas, presidente da Asociación Comercio Punto Compostela, que en tono irónico dijo «¿por qué destinarlas a turismo si es menos rentable?». Sus palabras le valieron los insultos de un exaltado del auditorio. Ante el aviso de Rosón de que se trabaja en una ordenanza de usos, el auditorio estalló.