Bugallo quiere crear el consello de la ciudad histórica antes del verano

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

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PACO RODRÍGUEZ

Se compromete ante los vecinos a solucionar el problema del acceso a Internet

18 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, se ha comprometido personalmente a buscar soluciones a algunos de los temas que más preocupan a los vecinos del casco histórico y que son un obstáculo real para retener y captar residentes en este ámbito, como es el de la conectividad mediante fibra óptica u otras tecnologías que permitan un acceso avanzado a Internet. Del encuentro entre la directiva de la asociación Fonseca y el gobierno municipal ha salido también el compromiso de creación del Consello Municipal da Cidade Histórica -incluido en el programa electoral socialista-, órgano asesor y de participación de los colectivos de la zona monumental que el regidor quiere que sea realidad en primavera.

Entre otros asuntos que fueron tratados en la reunión, se abordó el de la gran presión turística que afecta al centro histórico y que, según las estimaciones que baraja el Concello, alcanzará los diez millones de visitantes en el Xacobeo 21. En este sentido, el gobierno local se mostró proclive a imponer una tasa a los excursionistas -no a los turistas que se alojen a la ciudad- que podría aplicarse a cada uno de los autobuses que entran en la dársena de Xoán XXIII. Además de limitar el acceso de vehículos al centro de la ciudad en los días de mayor afluencia, utilizando las áreas de estacionamiento periféricas conectadas mediante transporte público, el alcalde se refirió a las medidas que se estudian con la Xunta para ordenar los flujos de visitantes en el entorno de la Catedral, además de otras como la posibilidad de solicitar al Cabildo que los oficios religiosos sean más breves para dar mayor fluidez a la avalancha que se espera de visitantes a la basílica. «El problema ya no es la promoción turística de Santiago, sino la gestión de los visitantes», fue una de las conclusiones, y esto, según los vecinos, requiere medidas como la imposición de la tasa al excursionismo, porque «los residentes en el casco histórico tenemos la sensación de que con impuestos como el IBI estamos pagando el consumo de servicios públicos que realizan los turistas», señalaron en relación al incremento de los costes que afronta el Concello en los servicios municipales por la turistificación.

Otra de las prioridades de los vecinos ante el Concello es ordenar la movilidad del tráfico rodado en las calles del centro histórico, y en especial las actividades de carga y descarga, ya que verifican que se está incumpliendo sistemáticamente la ordenanza municipal que regula esta actividad, no solo al excederse el horario matinal establecido, con vehículos estacionados en puntos críticos como las prazas do Toural y Praterías o en las rúas do Vilar o Nova, así como en movimiento en estas mismas vías o en sus accesos; además, afirman, durante todo el día se registra el tráfico de vehículos de reparto, incluso con vehículos de gran tonelaje.

También se abordaron otros temas, como el de la inseguridad ciudadana, aspecto que, entre otras medidas, el gobierno local prevé atacar mediante la puesta en marcha de patrullas de policía de barrio, si bien estas actuaciones estarán limitadas hasta que el Concello disponga de más personal en la plantilla de la guardia municipal. Las carencias del servicio de limpieza, el incumplimiento de la normativa sobre el mobiliario de terrazas hosteleras o el ruido de los locales nocturnos fueron otros asuntos abordados y que el gobierno local afrontará con la colaboración de la asociación Fonseca, que creará comisiones de trabajo específicas para su seguimiento y ejercerá una interlocución directa con Raxoi.