Pedro Diz: «Resolvemos sin tener que operar el 85 % de los casos que nos llegan»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

En 27 años de actividad han atendido a 20.000 personas de colectivos frágiles y vulnerables, afirma el responsable de la Unidad de Odontología para Necesidades Especiales

13 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Unidad de Odontología para Necesidades Especiales citó la última semanas a 122 pacientes, entre su consulta de la Facultade de Odontoloxía y en el CHUS. Funciona hace 27 años. Comenzó con fines docentes y de investigación y ahora tiene una vertiente asistencial importante, destaca su responsable, Pedro Diz Dios: «Calculamos que atendimos ya sobre 20.000 pacientes», afirma.

-¿Cómo funciona esta unidad?

-Atendemos pacientes complicados, que no se pueden tratar en otras consultas públicas o privadas por problemas médicos o conductuales; necesitamos a veces intervenir 3 o 4 profesionales, y varias sesiones, para ofrecerles una atención adecuada.

-¿Cómo es esa demanda?

-Vienen todo tipo de personas con alguna discapacidad severa, sea física, psíquica o sensorial. Por ejemplo, que sufren una epilepsia refractaria y pueden convulsionar en cualquier momento. Por eso parte de nuestra actividad es, los lunes, en la unidad de cirugía ambulatoria del hospital de Conxo, y otras veces en la UCI pediátrica del Clínico.

-¿Y qué les ofrecen?

-Todos los procedimientos que existen en la odontología para la población general. Para eso colaboran especialistas en ortodoncia, implantes y otras disciplinas. Facilitamos que estos pacientes tengan las mismas oportunidades que el resto de la población, les ofrecemos todo el catálogo de procedimientos odontológicos.

-¿Por qué es tan compleja esta asistencia?

-Porque a veces necesitamos varias sesiones para poder acceder a la boca de esas personas poco colaboradoras. Algunas son reacias a sonidos extraños, otras a las luces, otras que se resisten a abrir la boca, o necesitan asistencia en el hospital; cada patología tiene sus peculiaridades. Hay incluso sesiones de desensibilización para poder tratarlas, y eso es complicado en una consulta ordinaria, pública o privada. Hay también que preparar a personas con enfermedades raras para una cirugía compleja, que puede precisar por ejemplo una ortodoncia previa.

-¿Está satisfecho de los resultados asistenciales?

-Resolvemos sin tener que operar el 85 % de los casos que nos llegan. Hay que tener en cuenta que, en principio, todas esas personas son candidatas a cirugía, por no poder ser atendidas en una consulta ordinaria, pues en ese caso no tendría sentido que viniesen aquí. La mayoría vienen derivadas de consultas odontológicas del Sergas, esa es la vía preferente.

-¿Aumenta la demanda?

-Si, cada año más. Ahora citamos los cinco días de la semana, mañana y tarde; estamos en torno a 1.800 pacientes anuales. Sería ideal que el Sergas promoviese más servicios como este, uno al menos en cada provincia, porque recibimos casos de toda Galicia y venir desde Burela o A Guarda entiendo que es complicado. Y vienen de todas las edades: el miércoles hemos visto a un niño de 2 años con una enfermedad ultrarara remitido desde el hospital y a una señora con alzhéimer de 88 años.

-¿Acuden muchos pacientes a más de una consulta?

-Prácticamente todos los casos; los únicos que se resuelven en una única sesión son los que van al quirófano directamente, y son los menos. Muchos entran incluso en un programa de seguimiento anual, sobre todo los de más riesgo. Son pacientes muy fieles, a muchos les vemos varias veces, hay quien viene con frecuencia incluso ya desde 1992.

«Necesitamos personal para asumir la demanda de Galicia»

La Federación Galega de Dano Cerebral distinguió el mes pasado a Pedro Diz por esta unidad especializada. También la reconocieron Down Compostela o asociaciones de autismo: «La USC ha sido sensible con este problema de salud. Ha entrado en los planes de estudios y estimula la formación de dentistas, para que sean sensibles con estas situaciones», sostiene.

-¿Cómo se nota esa sensibilidad?

-Hemos inculcado en 27 generaciones de dentistas especial sensibilidad por estos colectivos más frágiles y vulnerables. Hay formación en el grado y se ofrece un máster específico para el manejo de estos pacientes; en el que se capacitan para hacer sedaciones o trabajar en quirófano, en el ámbito público o privado.

-¿Otras universidades prestan tanta atención como la USC?

-La odontología para necesidades especiales está en los planes de estudios de todas. La denominación es importante, porque no es especial el paciente, sino las necesidades que tiene de atención; es una forma de reivindicar su integración.

-¿Se sienten bien valorados?

-Si, hemos conseguido ser una especialidad odontológica más, que es lo que intentamos transmitir. En Santiago comenzó la primera cátedra y ahora hay 4 en España; desde la USC se ha conseguido una repercusión académica internacional con importante proyección. Hay una asociación internacional de discapacidad y salud oral que agrupa a especialistas de 70 países y formamos también parte de su comité científico permanente.

-¿Cómo es la relación que tienen con el Sergas?

-Mi plaza es la única que tiene vinculación directa con el Sergas, el resto del personal es colaborador; alguno, como Javier Fernández Feijoo, ahora en el centro de salud de Galeras, desde el principio. Necesitamos higienistas dentales y odontólogos suficientes para asumir la creciente demanda de toda Galicia.