El centro de salud de Calo, un médico para 3.000 pacientes

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Xoán A. Soler

El Sergas cubre parcialmente las ausencias de los facultativos

10 oct 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

El centro de salud de Calo, en Teo, tiene asignadas en torno a tres mil cartillas, que se reparten dos titulares del servicio de Medicina de Familia. Las ausencias de alguno de los profesionales no siempre se sustituyen, por lo que es muy frecuente que en períodos estivales el centro disponga de un único médico.

Así ocurrió durante buena parte de septiembre, lo que provocó que en una jornada en la que hubo que atender una urgencia externa el servicio se colapsase, provocando una queja formal de buena parte de los pacientes que tuvieron que esperar horas para ser atendidos.

El pasado lunes, después de que el Sergas enviase un sustituto al centro desde finales de septiembre, este facultativo fue asignado a otro lugar, provocando otro colapso en el servicio, ya que el médico de Calo tuvo que atender a más de cincuenta personas en una mañana.

Esta circunstancia provocó que el BNG presentase ayer una iniciativa parlamentaria para reclamar que se cubran siempre las bajas médicas en este centro, ya que su dotación de personal es escasa, por lo que la falta de uno de los dos médicos altera el funcionamiento del servicio. «Esta situación leva repetíndose desde hai tempo, o que provoca que o facultativo teña que ampliar necesariamente a súa xornada laboral, ademais de agardas importantes en tempo para os e as doentes, que poden superar unha hora desde que se concerta a cita até que se atende en consulta motivado pola imposibilidade de atender de maneira profesional a tantos pacientes», afirma el Bloque.

Ante esta denuncia, el Sergas matizó que las vacaciones de una facultativa se habían cubierto, salvo el lunes y que esta circunstancia no provocó demoras en la petición de consultas, con huecos libres. Personal del centro confirmó que en las últimas semanas, salvo el día 8, sí se regularizó la situación extrema de septiembre, pero que el número máximo de consultas nunca debe superar las treinta diarias.