El palacete del Espiño estará para el Xacobeo aunque aún sin uso fijo

rosa martínez SANTIAGO / LA VOZ

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Su rehabilitación está en proceso de licitación con un plazo de ejecución de 12 meses

04 oct 2019 . Actualizado a las 00:55 h.

El palacete del Espiño recobrará vida para el próximo Xacobeo. Todavía no se sabe con qué funciones, porque el gobierno de Sánchez Bugallo no parece estar por el traslado de las dependencias municipales de Medio Ambiente y del Centro de Interpretación Ambiental de Belvís que pretendía Compostela Aberta. El nuevo ejecutivo no ha decidido todavía cuáles serán sus ocupaciones, pero su rehabilitación permite un uso polivalente y versátil para otras funciones. La obra, en proceso de licitación, empezará en los próximos meses con un plazo de ejecución de un año.

Ahora sí parece que arrancará definitivamente. Será con tres lustros de retraso sobre lo previsto inicialmente y con un proxecto totalmente distinto al que en el 2006 trajo a Santiago a Jean Nouvel. El reputado arquitecto francés lo presentaba entonces con dos horas de retraso, por un problema en su vuelo. Quizá una premonición de los vaivenes con que se habría de encontrar la recuperación de la que fuera residencia de la familia Gutiérrez de la Peña Quiroga, levantada entre 1910 y 1915 con el espíritu modernista de Jesús López de Rego.

Las diferencias entre el Ayuntamiento y la entonces titular de la finca (la promotora Layetana) a la hora de concretar el desarrollo urbanístico de la parte edificable de la propiedad arrastró también la demora del acondicionamiento de los espacios cedidos al Concello. Porque el convenio urbanístico entre ambas partes implicaba no solo la entrega del palacete y del ámbito que ahora ocupa el parque, sino los medios económicos para su acondicionamiento. La batalla judicial que abrió Layetana demoró la entrega de esos fondos hasta el 2012. A partir de ahí llegó la adaptación del actual parque sobre la que fue la zona boscosa de la finca.

Pero el deterioro de la estructura del la casona que todavía queda en pie y los cambios normativos en materia constructiva pesaron de forma notable en el calendario rehabilitador, que vio pasar los mandatos del PP y de Compostela Aberta (CA) sin la recuperación del inmueble. Y no fue por que faltasen proyectos e iniciativas para ocuparlo, tan variadas como los gobiernos que acogió Raxoi en ese tiempo. De hecho, el proyecto que se ejecutará ahora (el rehabilitador, no el funcional) es el que dejó encaminado CA después de revisar el que el PP había sacado a licitación en el 2014 y que le tocó adjudicar al ejecutivo de Martiño Noriega. Porque, ni adjudicado ya, salió adelante. El progresivo empeoramiento del estado de conservación de los muros y el sobrecoste que suponía la estabilización total de la estructura llevó a la rescisión del contrato.

El Concello encargó un nuevo proyecto modificado a principios del 2018, que le ha tocado licitar al PSOE. Y el proceso para determinar su adjudicación arranca hoy mismo con la apertura de las ofertas que han concurrido.

Los cambios en la normativa de edificación (tanto en materia energética como de accesibilidad) y los costes actualizados han dejado obsoleto y superado el proyecto de Nouvel, que preveía la construcción de un edificio acristalado y de acero en el interior de la estructura modernista que ha sobrevivido. El PP ya había dejado atrás esa propuesta. La reconstrucción del palacete se hará recuperando su división interna (de la que nada queda), aunque introduciendo un ascensor. En el exterior se conservará la envolvente actual de las fachadas, distinguiendo a la vista los muros originales de los que habrán de completarlos, que serán de madera tratada. Las cubiertas tendrán acabado de zinc.

Aportará mil metros cuadrados más a las dependencias municipales

El palacete acrecentará el patrimonio municipal construido con un inmueble de unos mil metros cuadrados repartidos en tres plantas, a las que se suma una cuarta, aunque más reducida (89 metros), con la recuperación de la antigua torre, con frente a la fachada principal. También se recuperará la capilla para reuniones y eventos. Aunque el nuevo gobierno no haya definido todavía sus usos, la prioridad ahora mismo es arrancar con la obra en cuanto se pueda, porque «o nivel de deterioro» de los restos de la casona «é evidente», dice la edila de Urbanismo, Mercedes Rosón.

Totalmente en ruinas, el inmueble carece de cubierta y de los forjados interiores y las fachadas están en muy mal estado, incompletas en su coronación y con sus caras interiores cubiertas de maleza, según recoge el proyecto, del arquitecto compostelano José Luis Pereiro, colaborador en su momento del encargado a Nouvel y que finalmente quedó superado por las rémoras que acompañaron al desarrollo de la finca. El de Pereiro ha salido a licitación por 1.060.991 euros. El IVA serán otros 222.000.