Los vecinos del Pexigo están hartos de la okupación de viviendas y del trapicheo

Los vecinos de las rúas Pexigo de Arriba e Abaixo no pueden más. Se sienten desamparados y hartos ante un conflicto que se prolonga desde hace años y que tiene el foco en la okupación de varios pisos de dos edificios del barrio, donde supuestamente se trafica con drogas. «Ni antes ni ahora», apunta una vecina que denuncia «la inacción» de los políticos locales y de los jueces para poner fin a una situación «que puede acabar muy mal». El último episodio tuvo lugar el pasado viernes, casi en la medianoche del sábado, cuando las personas que tienen okupado un piso en el número 22 de la rúa Pexigo de Abaixo tiraron pintura por el patio de luces, estropeando la ropa tendida de los demás vecinos. Cuando una de las residentes recriminó esta actitud, «la atacaron con un palo de escoba y botellas de cerveza» en las escaleras.

El padre de la víctima fue apaleado cuando salió en defensa de su hija. Fuentes vecinales indicaron que el agresor es un boxeador federado que se marchó antes de que llegara la policía, y solo unas horas después intentó volver a entrar en el edificio. Las mismas fuentes aseguran que «por miedo o porque están seguros de que no servirá de nada, los afectados no denunciaron». En nombre de la comunidad de propietarios de este inmueble ya tienen previsto recurrir al Valedor do Pobo para que «medie y nos proteja». Un vecino asegura que también comprarán espray de pimienta. «Aunque nos dijeron que es ilegal, tenemos que defendernos de alguna manera», advierte ese residente.

Denuncias judiciales

Este episodio es «solo uno más de los muchos que tenemos que soportar sin que se ponga fin al problema». Los propietarios de los inmuebles okupados presentaron denuncias en el juzgado, pero «las resoluciones tardan en producirse», y aseguran no sentirse protegidos «ni siquiera dentro de nuestras propias casas». Apuntaron que varios perros de raza peligrosa deambulan por las escaleras «sin bozal ni correa». Una mujer aseguró que en una ocasión se encontró con uno de estos perros al abrir la puerta de su vivienda «y tenía la boca abierta, en actitud agresiva».

Los vecinos sospechan que los okupas, tanto del número 22 de Pexigo de Abaixo como del 31 de Pexigo de Arriba, puedan tener la luz enganchada de forma ilegal, por lo que «no sabemos en qué condiciones están y el riesgo que supone para todos los demás». Por otro lado, en uno de los pisos del número 31 de Pexigo de Arriba, según los vecinos, reside un grupo numeroso de jóvenes, pero el del otro edificio «se queda uno a dormir, y es donde parece que se trapichea, porque hay movimiento de gente».

Señalaron que hace unos días se consiguió desalojar uno de los pisos, pero «no se hizo nada; en unas horas estaba otra vez okupado, porque actúan como mafias».

Gonzalo Muíños asegura que Raxoi tiene un plan para resolver el problema 

El concejal de Seguridade Cidadá, Gonzalo Muíños, asegura que se está trabajando para solucionar el conflicto del Pexigo, y para erradicar un punto de venta de drogas. Indicó que, además de en este lugar, se trabaja también en otras zonas donde se ha detectado venta de drogas. Muíños subraya que «hay un plan para poner fin a esta situación», y dijo que se reforzaron los controles policiales en el Pexigo. Niega la inacción que denuncian los vecinos, y apuntó que «desde que se están realizando esos controles se han reducido los problemas». Explica el edil que hace unos diez días hubo una reunión en la comisaria de policía para explicar los detalles de la labor que se estaba realizando, e insiste en que se está sobre ese asunto.

Ante la preocupación de los vecinos, el concejal recuerda que, cuando se percataron de que un piso estaba vacío, no pudo tapiarse porque no fue posible localizar al propietario. Acerca de la presencia de menores en los pisos okupados, Muíños recalca el mensaje de que están sobre todo el tema para buscar soluciones.

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