Bugallo pulsará el margen de colaboración que puede esperar de cada grupo para encarar el curso político

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Precisa el apoyo expreso de la mayorñia absoluta de la corporación para elaborar las nuevas ordenanzas fiscales

07 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno de Sánchez Bugallo ha iniciado ya los trabajos previos para la elaboración de las nuevas ordenanzas fiscales y los presupuestos, aunque por sí solo no podrá sacarlos adelante. En el primer caso precisa el apoyo expreso de la mayoría absoluta de la corporación. En el segundo le llega con la mayoría simple siempre que no tenga enfrente más votos contrarios. Esas cuentas convierten al PP y a Compostela Aberta (CA) en piezas clave para la gobernabilidad en asuntos de competencia plenaria, como es el caso. Y Bugallo quiere saber en qué escenario se puede mover con ambas formaciones.

De momento, la brecha que dejó la contienda electoral con CA no solo no se cierra, sino que crece ante la decisión inicial del socialista de gobernar en solitario y sin mirar expresamente hacia CA como un interlocutor preferente. Incluso se está ensanchando con el discurso de Noriega de que hay un pacto de facto PSOE-PP y que los populares apostaron en las últimas elecciones «pola vía máis útil», la de Bugallo.

«O único que podo dicir é que alucino», afirmaba ayer el regidor, en un ejercicio de contención verbal porque «non quero ir a unha reunión con el dicindo cousas un pouco bárbaras». Eso sí, proclamó que sus siglas son las del PSOE, que por ellas se presentó en diez ocasiones a unas elecciones y que «hai leccións que Noriega non pode dar, porque pon en evidencia outras cousas».

En cualquier caso, entiende que la apertura del nuevo curso político debe brindar la ocasión de recuperar la normalidad tras el relevo en la alcaldía y poner en perspectiva los retos que tiene la ciudad y la aritmética plenaria para tratar de articular un proyecto de ciudad que en sus fundamentos sea asumible por todos, para que su desarrollo no se resienta gobierne quien gobierne. Habla de cuestiones inaplazables e urgentes, como el Xacobeo y un plan estratégico que convenza a los sectores sociales. Otras apremian, como conocer el contexto económico que ha de dar soporte a la gestión municipal. Y eso pasa por las ordenanzas y el presupuesto, cuyas propuestas Bugallo quiere tener para octubre, para abrir un proceso negociador en el que no descarta a nadie, ni al BNG, pese a no ser decisivo para decantar mayorías.

Pero el regidor no esperará a entonces para conocer el margen de colaboración que puede esperar de los demás grupos para la gobernabilidad. En las dos próximas semanas pretende mantener reuniones «francas» con todos sus portavoces para conocer sus posiciones y disposición en torno a los asuntos estratégicos y apremiantes para la ciudad. En esa ronda verá también las posibilidades de llegar a acuerdos en materia fiscal y para el presupuesto y advierte que cerrará acuerdos con quien esté dispuesto a hacerlo. «Non exclúo a ninguén». Es más, «tratarei de que non sexan excluíntes», pero también avisa que, si no es posible, «tratarei de avanzar o máximo que poida con quen vexa as mellores e maiores posibilidades».