Raxoi quiere mayor presencia policial para frenar los ataques a As Marías

La escultura de As Marías fue instalada en 1994, en Porta Faxeira, para rendir homenaje a las dos hermanas Fandiño Ricard. Las dos mujeres pertenecían a una familia compostelana de declarados republicanos. Esta circunstancia hizo que Coralia y Maruxa fueran vejadas durante la represión franquista, y que durante años se convirtieran en el blanco de las burlas de sus vecinos, que se mofaban de sus llamativas indumentarias.

Si bien durante los primeros años la escultura de César Lombera fue respetada y hasta fue objeto de actos de homenaje, a partir del 2003 se ha sucedido una larga lista de atentados que obligaron al Concello a gastar recursos en limpiar y restaurar la popular figura de las dos mujeres.

Una de las peores acciones tuvo lugar en abril del 2013, cuando las caras de Maruxa y Coralia aparecieron pintadas de dorado. Raxoi destinó unos 2.000 euros a restaurar las figuras. Fue el atentado más llamativo, pero ni el primero ni el último daño al patrimonio de todos. En abril del 2003, cuando Galicia todavía sufría por el Prestige, unos desaprensivos eligieron a Las Marías para llamar la atención y pintarrajearon las esculturas de negro. Aquella primavera, aparecieron bigotes en las caras de Coralia y Maruxa, y sus cuerpos se llenaron de garabatos. En el 2007 y en el 2008, en varias ocasiones, los esprays negros, blancos y rojos volvieron a ensuciar la escultura. Entre el 2007 y 2010, Lombera tuvo que intervenir en varias ocasiones para limpiar borrones.

Uno de los ataques más desagradables fue el que sufrieron las tallas en el 2010, cuando sus caras aparecieron manchas de rojo a modo de reguero de sangre. Aquella acción obligó a nuevos desembolsos de recursos públicos municipales para reponer la dignidad de las dos mujeres.

La diana de color rojo en la mano tendida de Maruxa, realizada durante la pasada primavera, fue una de las últimas acciones. Esta mancha no fue retirada hasta que este misma semana se requirió la actuación del escultor César Lombera para limpiar la figura y limpiar la última pintada ejecutada en la parte posterior del vestido de Coralia.

Problema de concienciación

Todos los ataques sufridos por la escultura de As Marías han sido repudiados por la alcaldesa en funciones, Mercedes Rosón. La edil considera que se trata de un «problema de educación e respeto» por el patrimonio público. Asume Rosón que para salvaguardar tanto As Marías como a otros elementos del «patrimonio de todos, é necesario incrementar a presenza policial como medida disuasoria», y también que, cuando se localicen a los autores, las penas sean «exemplares». En cualquier caso, Rosón aboga por impulsar campañas de sensibilización para que cesen los atentados contra los bienes públicos. La concejal señala que, al margen del coste mayor o menor que pueda suponer la rehabilitación de las tallas, el daño al patrimonio tiene que valorarse con otros criterios, porque insiste en que se trata de una pérdida de respeto a los bienes comunes.

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