Santiago se sube a la moda europea de los locales «baby friendly»

Por Patricia Calveiro

SANTIAGO

Andrea Regueiro

Un buen ejemplo es Crianza, un espacio «multidisciplinar e familiar» que abrió el día 15 sus puertas en la rúa da Angustia

02 ago 2019 . Actualizado a las 13:07 h.

Era una carencia que muchos padres sufrían. Encontrar en Compostela un sitio en el que tomar algo tranquilamente y en el que los niños tuvieran una zona propia para jugar era, hasta hace no tanto, una misión casi imposible. Pero Santiago se ha subido a la moda europea de los locales baby friendly. Un buen ejemplo de ello es Crianza, un espacio «multidisciplinar e familiar» que abrió el día 15 sus puertas en la rúa da Angustia, donde en otro tiempo estuvo la tienda Musical Grille, después de muchos meses de gestiones y varias semanas de obras. Detrás de esta iniciativa están Gabriel Gómez, un vigués que llegó a la capital gallega para estudiar hace 20 años; y su pareja, Magalí Fraga, una francesa de padre mariñano y madre jerezana que lleva en la ciudad más de una década; con la colaboración de la hermana de esta. La idea, cuenta Gabriel, «xurdiu por casualidade. Unha amiga que vivía en Inglaterra veu de visita. Ten unha cativa da idade da miña filla, tres anos e medio agora, e cando falamos de onde quedar atopámonos con que aquí non hai sitios onde os maiores poidamos sentarnos co café ou té mentres os nenos se entreteñen. Ela, que viña de Oxford, comentou que alí existían este tipo de establecementos e esa foi a semente de todo». ¿Por qué lanzarse a esta aventura? «Era un nicho de negocio expotable economicamente, e xa non só polo interese particular, tamén polo social. Nós non temos á familia aquí, e a labor maternal e paternal é intensa se non contas con ese recurso», añade Gabriel. Orientado a padres y cuidadores de menores de hasta 6 años, Crianza ofrece bebidas y repostería casera para «o autocoidado», al tiempo que cuenta con una selección de juguetes de filosofía pedagógica, un espacio de ocio infantil que por un euro podrá disfrutarse todo el tiempo que uno quiera (oferta inaugural) y hasta una pared que sirve de pizarra para que pinten a su antojo. Gabriel no entra en el sector hostelero a ciegas. Su padre tuvo una hamburguesería en Vigo durante muchos años. Y, como filólogo, ha volcado también esta faceta en el negocio, incorporando una pequeña librería con obras para pequeños y adultos, quienes tienen a su disposición una selección de títulos sobre educación, con títulos tan sugerentes como Guía del mal padre. La formación es uno de las patas sobre las que se asienta Crianza, que pretende ser, además, un lugar de encuentro e intercambio de experiencias y crear su propia «tribo», una red de apoyos para que «maternar e paternar non sexa en solitario». A partir de octubre, proyectan ofrecer conciertos para niños y distintos talleres. 

En busca de donantes

Salieron desde Alicante hace 13 días para hacer el Camino en bicicleta. A Toni Arques y los hermanos Vicente y Miguel Ángel Marcos no les frenó haber pasado por un trasplante de riñón. Su meta no era solo llegar hoy a Compostela tras pasar la noche en el albergue de Melide, como tres peregrinos más, sino también la de sensibilizar sobre la donación de órganos a lo largo de este viaje de dos semanas. Los tres miembros de Alcer Alicante aprovecharon cada etapa y parada para hablar desde la experiencia y concienciar a cuantos más mejor. 

Un año en Texas becado

Esta misma semana cogía el avión que lo llevó a Estados Unidos Sergio Quintana Pereiro, uno de los 100 gallegos (de 800 que se presentaron a las pruebas de inglés) que obtuvo este año una beca de la Fundación Amancio Ortega para estudiar primero de bachillerato en América. El alumno compostelano, del IES Rosalía de Castro, pasará el próximo curso en el Archer City High School de Texas, Estado en el que aterrizó ayer, después de realizar un tour turístico por Nueva York junto a los otros alumnos destinados a EE.UU. La idea de presentarse a esta beca surgió del propio joven, que además de reunir la media académica exigida tuvo que superar un examen y una entrevista por Skype. En su caso, solo había cruzado la frontera española para ir a esquiar a Andorra, por lo que afronta esta oportunidad «muy ilusionado», cuenta su padre. A mediados de este mes, Sergio comenzará las clases al otro lado del charco y se ha llevado con él su saxo (estudia en el conservatorio profesional de Santiago), pues en su familia de acogida americana hay un músico que lo animó a viajar con el instrumento. Así empieza su aventura transoceánica.