La antihigiénica arena sigue presente en parques infantiles de Santiago

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Aunque la normativa no prohíbe su uso, la recomendación es sustituirla porque acumula suciedad

28 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los materiales empleados en los parques infantiles fueron evolucionando, y en los últimos años se hizo especial hincapié en la modernización de los elementos para garantizar la seguridad de los pequeños. El hierro fue uno de los primeros materiales desechados de las atracciones infantiles, para ser sustituido por la madera. No es fácil encontrar los columpios o toboganes de hierro en las áreas de juego de Santiago, pero si miramos bien aún queda algún recuerdo de metales oxidados. Unos de los cambios más destacados, con respecto a lo que eran los parques infantiles de hace dos o tres décadas, es el colorido. Nada que ver. De la combinación única de rojo y gris se pasó a los múltiples colores; y junto a los tradicionales columpios y toboganes se instalan divertidas casas con pasadizos y puentes.

Los materiales del suelo son los que más cambio experimentaron en estos años. Desde aquellos suelos de gravilla que suponían una tortura para los niños de los 60 y 70 se pasó a un suelo más suave, el de arena. Cuando fue introducida, la novedad fue recibida con aplausos por los padres, que vieron salvaguardada la integridad física de las rodillas de sus hijos, aunque cada tarde tuvieran que vaciar la arena de las zapatillas y de los bolsillos de la ropa. Aunque la arena se retiró de la mayoría de las áreas, en Santiago aún quedan, al menos, tres parques con suelo de arena Uno de ellos está en Conxo, más concretamente en la avenida de Ferrol; otro en Casas Novas, en la plaza de Camallóns; y el tercero en la Granxa do Xesto, en la falda del Pedroso. Su uso no está prohibido en la normativa que regula estas instalaciones, pero los expertos recomiendan otro tipo de materiales. La razón es puramente higiénica, y es que en la arena, además de colillas de tabaco y otros productos como cristales, es habitual encontrar excrementos de animales.

A la hora de escoger un material alternativo, la opción más frecuente es el suelo de caucho reciclado o tartán, que es un material sintético poroso empleado también para las pistas de atletismo. Con el tiempo se está comprobando que este material tampoco es una opción perfecta, y un ejemplo de lo que ocurre con este suelo se aprecia en el deteriorado parque junto a la estación de autobuses. En el de Ramírez tampoco parece estar dando el resultado deseado, y en varios puntos puede verse como el suelo está roto y desapareció material.

Al margen de los desperfectos achacables al uso diario de los elementos, los parques infantiles de la ciudad necesitan un plan de mantenimiento. Un ejemplo de abandono es encuentra en el área de juegos de la estación de autobuses, donde los elementos de madera están muy dañados.

Los parques de las plazas de Vigo y Galicia, que recibieron críticas por su ubicación, son junto al del Ensanche y la Alameda, los más utilizados. Ambos son pequeños para la cantidad de chavales que se citan cada tarde.

Entre los más modernos están los de Fontiñas, y los últimos en acondicionarse, en el parque de Galeras, donde se instalaron nuevas atracciones y el suelo es de tartán. En el de la praza da Constitución, las obras de remodelación permiten contar con unas instalaciones modernas y adaptadas para diferentes edades.