Llovet los animó y acabaron alimentando a media plantilla del Obra

Por Patricia Calveiro

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Sete Culleres abrió sus puertas hace cinco meses, un negocio de comidas para llevar promovido por Rafaela Riveiro (Fe) y Xavier Cea, madre e hijo

17 jul 2019 . Actualizado a las 13:08 h.

Sete Culleres abrió sus puertas hace cinco meses, en febrero. Detrás de este negocio de comidas para llevar están una madre y un hijo, Rafaela Riveiro (Fe) y Xavier Cea. Cuenta ella que el mediano de sus cinco vástagos «sempre foi o meu pinche de cociña na casa». Cuando le propuso acompañarla en esta aventura, él se lanzó al vacío y dejó su trabajo en una oficina de telefonía. «Non podía atopar mellor persoa para estar aquí comigo, é un rapaz con moita paciencia, meticuloso e moi agradable cara ao público», subraya, sin contar que su tarta de zanahoria triunfa entre los clientes. Ninguno de los dos tenía experiencia en el sector, aunque Fe ya sabía que era alimentar cada día a siete personas. «Empecei facendo muffins para axudar ao meu fillo pequeno, Lucas, a recadar cartos para unha viaxe», recuerda. Fueron un éxito y los propios vecinos la animaron a montar su propio negocio. Entre ellos, el expívot del Obradoiro Nacho Llovet. Vivían en el mismo edificio y se convirtió, además de en un amigo, en su crítico de cocina. «Leváballe cousas para que as probara ou pedíamas el. O bo que tiña é que sempre me dicía a verdade», indica. Comenzó también a cocinar para el base Donnie McGrath cuando su mujer, la modelo de Victoria’s Secret Arlenis Sosa, se encontraba fuera. Ben Simons fue su primer cliente. Pronto se corrió la voz en el Obra y media plantilla acabó comprando en el establecimiento que abrieron en la rúa Mónaco. Confiesa Fe que comenzó a hacer algún plato, como su pollo frito casero, por alguno de ellos. «Eu quería ofrecer algo diferente e non hai moitos lugares onde atopar comida san ou macrobiótica para levar, que é o que acostumo a facer na casa», dice Fe, quien agradece la buena acogida que tuvieron entre los vecinos, al tiempo que apunta que sin el apoyo de su marido y de sus otros hijos no habría sido lo mismo Sete Culleres.

 

Vacaciones en Camerún

Este verano será diferente para Luis Alcalá-Galiano, Javier Aranguren, Alberto Masó Sotomayor, Omar Alonso Rodríguez, Samuel Ferrero Losada, Iago Andión Alonso, Tomás Somoza Salinas, Gonzalo Rodríguez de Uña y Juanma del Campo Ortiz. Estos nueve universitarios pasarán sus vacaciones en Camerún para colaborar con un proyecto educativo y social en Yaundé, una pequeña aldea del país africano. Allí estarán tres semanas para enseñar español a los alumnos del Colegio Azobe y organizarán una escuela de fútbol para transmitir valores a través del deporte. Todo ello, dentro de un campo de trabajo impulsado por el colegio mayor La Estila y la oenegé Cooperación Internacional.

 

EMILIO ANDRADE

Un libro, cuatro voces

Se conocieron en el 2014, en un curso de escritura creativa de la USC con Alicia López Gallego. Y ahora estas cuatro vecinas de Compostela se han unido en un proyecto en común. Silvana Lameiro, María João Matos, Ruth Ríos y María Pérez Prol son las autoras del libro A cuatro voces, en el que cada una ha plasmado parte de su personalidad en narraciones que van «desde lo intimista hasta lo fantástico, la ciencia ficción o el realismo sucio de personajes sucios y callejeros». La argentina, portuguesa, madrileña y ribeirense han confiado las ilustraciones en otra mujer, la viguesa Jun Fernández, quien actualmente reside en Valencia. Todas ellas presentarán mañana por primera vez la obra, recién salida del horno tras un año de trabajo, en la librería santiaguesa Lila de Lilith a las 20.00 horas. «Tenemos formas de escribir muy diferentes y nos parecía muy interesante contar algo juntas», cuenta la María lusa, quien compagina su vocación literaria con su profesión en el campo científico y docente, mientras que Ruth se dedica a la publicidad y las otras dos autoras están más volcadas en la escritura.