A por las terceras rebajas, cuando por fin llega el verano

Margarita Mosteiro Miguel
m. mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Andrea Regueiro

El sector textil y de calzado afronta una semana con más descuentos para dar salida al género

11 jul 2019 . Actualizado a las 17:10 h.

Cuando el verano parece haberse acordado, por fin, de Compostela, y las previsiones apuntan a una subida de las temperaturas, los sectores textil y del calzado de la ciudad no quieren perder la oportunidad de atraer a los clientes a sus comercios, aunque ello suponga reducir aún más los márgenes de beneficios. Los carteles de las segundas rebajas son mayoría en los escaparates del Ensanche, incluso en el de las cadenas más importantes del país, y ello pese a que solo pasaron unos 15 días desde el inicio de los primeros descuentos.

En esta lucha por conseguir llevar clientela a sus negocios, algún comercio tira la casa por la ventana y anuncia las terceras rebajas. «Es que no se vende nada», comentó ayer la dependienta de un establecimiento de reciente apertura en Xeneral Pardiñas. Otro de un local de ropa juvenil asegura que nunca vio tantas cosas en el almacén como este año, y eso pese a que los primeros descuentos arrancaron con un 50 %. Ahora, los carteles con el 70 % y hasta el 80 % llaman la atención en comercios donde los precios ya son bajos incluso desde antes del período de rebajas.

Ya sea por el retraso en la llegada del buen tiempo, por la falta de dinero, por las compras on line o porque los consumidores aprenden que las liquidaciones de verano se adelantan cada vez más, lo cierto es que un paseo por el Ensanche permite comprobar que los comercios están llenos de ropa y vacíos de clientes. Las campañas de rebajas más agresivas están siendo, como es habitual, las de los grandes, mientras que el pequeño comercio, consciente de su dificultad para competir, lanza promociones pensando especialmente en sus clientes más fieles, y siempre sin perder la esperanza de arañar algún trozo de la tarta de las compras veraniegas.

Los más afectados por la caída de las ventas son el textil y el calzado, y tampoco se percibe movimiento en otros sectores como el de complementos u hogar. La previsión, según Compostela Monumental, era que cada compostelano se gastaría una media de cien euros en las rebajas de verano, pero a estas alturas temen que solo el turismo permita mantener las previsiones.