Carlos Seoane: «En Santiago hay 15 edificios que son de lo mejor de Europa por su calidad»

El curso de arquitectura Compostela Summer Program reúne a dieciocho estudiantes de diferentes nacionalidades. Este año buscan ofrecer soluciones para la estancia de peregrinos, «no tanto en la ciudad, sino en etapas anteriores del Camino donde en los meses de mayor demanda (entre mayo y septiembre) se genera un gran flujo y no hay una oferta de alojamiento suficiente para todos, para que puedan descansar y alojarse», señala Carlos Seoane, director de la Fundación Compostela Arquitectura y organizador de este curso.

-¿Qué objetivos pretenden alcanzar con estas propuestas?

-Buscamos algo que pueda dar una solución temporal a esas personas, que se puedan alojar sin la necesidad de haber un espacio como un hotel. Que tengan cierta seguridad, que puedan ducharse y descansar para continuar el Camino.

-¿Cómo comenzó el proyecto?

-Comenzó siendo un curso para estudiantes de arquitectura extranjeros, gracias a un convenio que firmamos con la Universidad de San Diego y esta es la décima edición. Normalmente los alumnos son jóvenes arquitectos, hay algún doctorado, algún estudiante universitario de arquitectura y algún estudiante de máster también.

-¿Y cómo es el proceso de selección de los alumnos?

-Es un proceso de selección basado en el currículo y en un portfolio con sus proyectos. A veces vienen algunos recomendados por profesores, pero los demás los seleccionamos a través de su currículo. Es un curso de verano y se intenta diferenciar de la educación académica convencional, entonces todo lo que se dibuja es a mano con acuarelas, carboncillo... este portfolio es para comprobar esa habilidad dibujando a mano.

-¿Y cómo se diferencia de la enseñanza convencional?

-Cuando hablamos de la construcción vienen los artesanos canteros, carpinteros, herreros... Es una forma novedosa de ver la educación. Los arquitectos normalmente usan Internet y casi no se visitan edificios y esto es todo más manual, dibujar maquetas, las conferencias de artesanos, visitar edificios... En este programa, de algún modo, vamos a los fundamentos de la educación. En las conferencias intentamos que no solo vengan arquitectos si no otras personas públicas.

-¿Y también mostrarán Santiago a los alumnos, verdad?

-Sí. Tenemos una doble intención. Por una parte son estudiantes extranjeros y muchos no han estado en España. La primera forma para conocer una ciudad es andarla, verla, tocarla... no verla en postales. Que gente de otras culturas empiece a conocer la forma de construir y de pensar en una cultura de una manera rápida, que es la formación más importante de un arquitecto. Por otra parte, hay un componente pedagógico, lo que proyectamos está en nuestra memoria, nadie inventa nada, solo proyectamos. Una parte importante de un arquitecto no es solo lo que proyecta, sino lo que tiene en la memoria. La posibilidad de la experiencia de calidad es muy importante para un arquitecto, y en Santiago hay edificios de gran calidad no solo antiguos sino también contemporáneos. Visitamos quince edificios de Santiago que son a nivel europeo de lo mejor. En muy pocas ciudades existen tantos edificios de esta calidad. Santiago es única en ese sentido.

-¿En qué quedaron las propuestas del año pasado para conectar peatonalmente el centro de la ciudad con el Gaiás?

-Lo planteamos a las Administraciones, pero supongo que estos son temas complejos que requieren una idea y un desarrollo político que la acompañe, y dependerá de otro tipo de problemas que nos superan. Como arquitectos, nos gusta plantear problemas reales en los que podamos plantear soluciones. No planteamos una solución, sino más bien queremos que se debata. Es necesario que en la ciudad se debata, tanto políticos como arquitectos y Administraciones.

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