La matrona Carmen Manresa ilumina la historia del parto

Por Sonia Portela

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La profesional del Clínico investigó la asistencia a la mujer embarazada en Compostela desde mediados del siglo XIX

29 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque los partos van a menos últimamente, y aumentan los embarazos de alto riesgo en los que intervienen menos, «ser matrona es el mejor trabajo que hay, te da muchas satisfacciones, por poder acompañar a la mujer en uno de los momentos más importantes de su vida, o quizá el más importante. Aunque hay instantes de estrés, acabas con la sonrisa en la cara», afirma Carmen Manresa, quien ejerce esta profesión en el Clínico desde el 2014, tras especializarse en Vigo entre 2011 y 2013. Desde este mes, gracias a su esfuerzo se conoce mejor la historia de la asistencia al proceso del embarazo y nacimiento en Santiago, un tema que ilumina en la tesis doctoral, que le codirigieron los profesores Jorge Teijeiro y Fernando Ponte; y que juzgó en la Universidade da Coruña un tribunal presidido por la catedrática María Isabel Porras. Así, documenta como en 1846 se abrió la primera clínica de partos en el Hospital Real, dependiente de la Facultade de Medicina; en 1851 empezó la cátedra de Obstetricia; desde 1861 se forman matronas en la USC, y localizó 103 alumnas entre 1864 y 1936; en 1879 se realizó la primera operación bajo los métodos antisépticos, que abrieron la cirugía a un campo mucho más amplio. Resalta cómo, «para prestar una mejor asistencia a los partos de mujeres pobres, surgió la iniciativa del profesor Antonio Martínez de la Riva, llamada policlínica de partos, primera y única en España de sus características, inaugurada en 1915». Además, «en 1920 varios profesionales alertaban ya de problemas sanitarios aún actuales, como las elevadas tasas de cesáreas o de intervenciones quirúrgicas en la mujer. Entonces se avanzó en la mejor práctica quirúrgica y disminuyó la mortalidad. Eso favoreció que proliferasen las intervenciones. Por eso se hacían llamadas de atención para revisar las indicaciones de las operaciones y las cesáreas» explica. Una contribución relevante fue descubrir cómo la gota de leche, que se puede considerar antecedente del actual banco de leche, «fue un proceso muy largo en Santiago, hallamos reivindicaciones en la prensa de la época desde 1904 hasta que empezó en 1927, dirigida por Gumersindo Sánchez Guisande, más tarde que en otras ciudades gallegas». El descenso de la mortalidad infantil y materna es el principal cambio, gracias a las mejoras de higiene y a otros avances, «pues en el siglo XIX la mortalidad materna era casi como una epidemia», sostiene. Carmen habla con pasión de los hallazgos de muchas horas de estudio en el Archivo Histórico de la USC y en publicaciones, y sus resultados aportan un conocimiento muy relevante, que ella transmitirá en la Universidade al alumnado del cuarto ciclo a partir del próximo curso, pues colaborará en la docencia de Historia de la Ciencia.

Paco Rodríguez

Informáticos de gala

El Colexio Profesional de Enxeñaría Informática de Galicia celebró anoche su gala anual en el Hotel San Francisco. Además de para reunir a la profesión, el evento sirvió de marco para entregar los galardones de la entidad, que recogieron el director del Igape, Juan Cividanes; Carlos Vázquez, de la Amtega; la empresa Hijos de Rivera; la asociación Alastria y la Fundación Tecnolóxica Social (Funteso). 

Paco Rodríguez

Académicos xacobeos

Francisco Durán Villa, Luis Celeiro Álvarez y José Manuel García Iglesias se convirtieron ayer en nuevos académicos de número de la Academia Xacobea. El acto, que se celebró en el paraninfo de la Universidade, en la Facultade de Historia, contó con la presencia, entre otras personalidades, del rector de la USC, Antonio López; y del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que fue, además, el encargado de cerrar el evento con una alocución en la que puso en valor la «imprescindible» labor de la Academia Xacobea en el estudio y la divulgación de las peregrinaciones a Santiago.