Seis de cada diez camareros nunca firmaron contratos de más de un año

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Una encuesta a trabajadores de la plataforma Hostelería sen Explotación en Compostela denuncia la precariedad laboral

13 jun 2019 . Actualizado a las 00:00 h.

No es algo que suceda exclusivamente en Santiago, pero la precariedad laboral en la hostelería está a la orden del día en la ciudad desde hace tiempo. Así lo afirma un grupo de vecinos y empleados afectados, que decidieron poner en marcha una plataforma local contra la explotación. Con ella buscan que salgan a la luz los abusos que se están cometiendo contra los trabajadores del sector y «que este tema estea no debate público dende xa, para conseguir unha mellora palpable a curto e medio prazo, digamos antes do Xacobeo», fecha clave por el repunte hostelero y en las contrataciones que implica. Para tener un mayor conocimiento de la realidad a combatir, Hostelería sen Explotación en Compostela elaboró un informe que recoge un dato llamativo sobre la temporalidad, y es que el 63 % de los camareros -u otros empleados de la rama- dicen que nunca firmaron un contrato de más de un año.

El documento habla, además, de que existen diferencias salariales dentro del mismo local y en puestos semejantes; y habitualmente son las personas inmigrantes las que cobran peores sueldos. Denuncia «horas extras que non se cobran nunha alta porcentaxe». De hecho, el 70 % de los camareros aseguran que raramente se compensan. Y la jornada media en Compostela es de unas 9 horas en invierno, mientras que en verano llegan a ser 13.

Toda esta información se extrapola de una serie de encuestas que Hostelería sen Explotación realizó a propietarios del sector (a penas una decena) y trabajadores (cerca de medio millar), que arrojan un último dato: dos tercios de los consultados percibió un salario mensual de 900 euros o menos, «inferior ao convenio provincial». Entre los testimonios recogidos, hay quien indica que «a 4 euros a hora non hai maneira de chegar a fin de mes por moitas horas que botes».

Burlar a los inspectores

Todo ello «fai moi difícil conciliar a vida laboral e familiar», dicen, algo que consideran está favoreciendo la legislación actual por su «permisividade» y la autoridad laboral, pues las inspecciones «non conseguen ser eficaces na loita contra a explotación e o fraude». Para muestra, la de un empleado que dice tener «un contrato de dúas horas ao día para burlar aos inspectores, pero non hai día que non se traballe menos de nove». «Costa atopar locais na zona vella que garantan unhas condicións laborais dignas. Costa atopalos... A min non me tocaron nos 30 anos que levo de camareiro», dice otro compañero.

La plataforma compostelana contra la explotación hostelera considera que la responsabilidad va más allá de los propios empresarios hosteleros que cometen abusos, de la reforma laboral o de la labor inspectora. También creen que tiene parte de culpa en esta situación la especulación inmobiliaria, porque «chéganse a pagar máis de 40 euros por metro cadrado por un local comercial no casco vello e isto fai difícil ter un negocio rendible con traballadores en condicións dignas».

Apelan a los clientes a que apoyen la causa con un consumo responsable, en vez de mirar cara otro lado cuando ven abusos. Y demandan al Concello que sea consecuente con esta realidad y utilice las herramientas que tiene a su disposición (como licencias, requisitos en los pliegos de contratación, impuestos municipales...) para «favorecer a aqueles negocios que acrediten un trato adecuado ao persoal».

Desde Hostelería sen Explotación en Compostela indican que, hasta el momento, en la plataforma no participan propietarios de establecimientos, «e isto debería preocuparnos». Invitan, por eso, a todos aquellos autónomos que defiendan condiciones laborales dignas a que se unan a ellos.

Denuncian acoso laboral, faltas de respeto y contratos discriminatorios

Más allá de la temporalidad, excesos horarios y condiciones salariales, Hostelería sen Explotación en Compostela denuncia otras prácticas habituales reprobables. «Falamos de acoso laboral, faltas de respecto coma insultos e berros, contratos discriminatorios por idade, xénero ou país de orixe e de favorecer enfermidades laborais ou a falta prevención dos riscos laborais», indican. Aseguran, asimismo, que no se está cumpliendo la legislación laboral: «Deberiamos ir cara un modelo de menos turnos partidos e dous días libres completos, aínda que fose entre semana; pero o normal actualmente é que teñamos un só día de descanso».

Explican, además, que a pesar de ser una situación conocida «non é sinxelo atopar quen fale abertamente das situacións que vive ou coñece, polo menos de forma pública ou con persoas alleas ao traballo hostaleiro. Entre nós falamos, e moitísimo. Sabemos onde se traballa en condicións e onde non iriamos nin a pedir a hora. Sabemos quen ten xente sen contrato, quen non dá de comer, quen é un baboso, quen non paga aos provedores, quen ten habitacións ilegais... É o xeito que temos de coidarnos como gremio. O problema é que queda todo detrás da barra. Esperamos que esta plataforma sirva para que nun futuro non teñamos medo a dar a cara e denunciar».

Sin embargo, el portavoz de la plataforma prefiere mantener su nombre en el anonimato. ¿La razón? «Non queremos perder o traballo. Nun lugar como Compostela, cunha concentración de propiedades hostaleiras cada vez maior (algo que vén xa de vello), dar a cara abertamente para denunciar a túa situación pode supor non volver a atopar traballo».