Alfredo Pérez Muíño: «O significativo é levar o circo aos teatros e que non quede na rúa»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

miguel souto

El clown conocido como Fredi, de la compañía N+1, presenta mañana su propuesta «Evolution» en el Auditorio de Abanca, con acceso gratuito

11 jun 2019 . Actualizado a las 13:47 h.

No siempre resulta fácil ser profeta en su tierra, pero Alfredo Pérez Muíño, Fredi en el mundo del espectáculo, tiene todas las posibilidades de volver a recibir el reconocimiento de sus vecinos. Mañana, a las 17.30 horas, en el auditorio de Abanca, con su compañía N+1 estrenará Evolution, un espectáculo en el que mezcla la danza, el teatro y el circo, y en el que, sin pronunciar una sola palabra, moverá la conciencia de los espectadores. El acceso es gratuito, y solo será necesario recoger la invitación en taquilla, una hora antes del espectáculo. «Sen palabras non hai texto». Fredi repasará la evolución de la historia de la especie humana, con la primera representación creada exclusivamente por el artista gallego, y ya dentro de su nueva firma N +1. Por medio de las capacidades expresivas del clown, y exclusivamente con la luz y el sonido, el artista gallego presentará una propuesta personal «na que quería responderme cara a onde nos diriximos», pero sin la intención de influir en las conclusiones de cada espectador. «Cada un deles terá a súa propia visión do espectáculo, e seguramente cada un chegará a unha interpretación distinta», explica.

Evolution divide la historia de la humanidad en cinco grandes etapas. «Por medio de diferentes códigos escénicos, baseados sempre na danza, no movemento corporal e na expresividade, formulase dun xeito descritivo a situación na que nos atopamos», describe. Su intención es estimular la reflexión del espectador. Desde el inicio de los tiempos, pasando por la aparición de los primeros homínidos el payaso nos acercará a Grecia, «unha parodia en clave de mimo corporal dramático do que podería ser unha sesión nunha ágora grega, asemblearia e democrática, aínda que nin estranxeiros, nin escravos, nin mulleres eran consideradas cidadáns». 

En las dos partes siguientes plantea los cambios producidos durante la revolución industrial, y finalmente se adentra en la sociedad actual, donde las nuevas tecnologías dominan a la sociedad. 

Sostiene que esta representación supone un «reto persoal», aunque opina que los más significativo «é que o circo non quede na rúa e deixe de verse como un espectáculo para nenos. O circo entra no teatro e preséntase como unha proposta para adultos. Iso é o importante, o máis significativo». Si bien su presencia en los escenarios gallegos ha sido frecuente desde el 2004, Alfredo Pérez Muíño participó en diversos proyectos con compañías gallegas, tanto en España como fuera. Uno de sus éxitos más destacados llegó con Circanelo, con el que recibió el premio del público en el certamen de Interior en el 2007 en el Festiclown; y junto con Pablo Reboleiro en Lusco e Fusco, trabajo por el que recibió en el 2011 el premio al mejor espectáculo del Festival de Teatro y Artes de Calle de Valladolid.

Una de las facetas que más alegrías aportaron a Fredi es su colaboración con la Fundación Theodora, que le permitió llevar la sonrisa a los niños hospitalizados en Galicia, Madrid, Barcelona, Gran Canaria y Estambul. «Á marxe do enriquecedor que é viaxar, o traballo cos nenos supón un enriquecemento persoal. Esta experiencia, e outras similares, valeume para cuestionarme moitas cousas e darme conta do que realmente é o importante». De la mano de la Fundación Vicente Ferrer, Fredi estuvo tres meses en la India con un programa «nos hospitais con representacións de espectáculos no medio rural na comunidade de Anantapur», y en colaboración con la Fundación Maria’s Children visitó dos veces la escuela de Beslán, «onde se produciu a aterradora masacre no 2004, e tamén en diferentes orfanatos da capital rusa». Fredi se define como un «pallaso en vías de formación, porque despois de moitos anos de formación sigo traballando cada día para chegar a ser un bo pallaso». Y para llevar la risa a todos los rincones, aunque «tamén para facer pensar».