Diez mayores de Vite tendrán padrinos para vencer la soledad

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El centro de salud inicia un programa de acompañamiento

31 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La selección de diez personas mayores, a quienes se facilitarán padrinos o madrinas para que les acompañen de forma habitual y así ayudarles a superar situaciones de soledad no deseada, es la principal novedad de la undécima edición del programa de envejecimiento activo promovido por el centro de salud de Vite. El jueves por la tarde clausura las sesiones, con la intervención del profesor José Mayán Santos, director del Instituto Xerontolóxico Galego y codirector de la cátedra Cruz Roja-USC.

La iniciativa Te acompaño se incorpora este año «para facilitar conexiones sociales fuertes y significativas, así como alianzas para diluir la sensación de aislamiento y soledad», explica la trabajadora social Isabel Redondo, coordinadora del programa en el centro de salud.

Se intenta, agrega, que durante el año, personas mayores que vivan solas, y que esa situación sea no deseada, tengan con quien quedar habitualmente, o que acudan a visitarlas al menos una vez a la semana. «La idea es que se establezcan vínculos afectivos, de amistad, a poder ser para todas las personas que lo necesiten. Lo vamos a intentar y esperamos coordinarnos con Vite en rede y con los servicios sociales del Concello. Ese apoyo mejora el estado de ánimo y de salud general de esas personas que, por diversas circunstancias, residen solas», agrega Redondo.

El programa de envejecimiento del centro de salud incorporó nuevas propuestas en once años. Partía de la idea de promover, informando, el envejecimiento saludable y participativo de sus personas usuarias con edades entre 55 y 75 años. De inmediato comenzó además a promocionar información y orientación a personas cuidadoras acerca de hábitos de vida saludables que debían observar para retardar su deterioro físico y mental, provocado mucha veces por la presión y las exigencias del trabajo que realizaban. Un tercer paso fue dinamizar la participación de las personas mayores en actividades para prevenir la dependencia y contribuir a que aceptasen cambios vitales como pérdidas, jubilación, soledad, y otras asociadas al envejecimiento.

Generar redes de apoyo

La prevención de la soledad no deseada, generando redes de apoyo sociocomunitarias, es un nuevo avance. «Hemos tratado de prevenir el deterioro psicosocial de las personas cuidadoras. También se han promovido, para personas de edades avanzadas, formas de vida saludables, como una alimentación sana y equilibrada, un buen uso de la medicación, el ejercicio físico y postural, actividades de agilidad mental y memoria, de gestión de las emociones y reducción del estrés ante cambios en el ciclo vital, la salud afectivo sexual a partir de los 50 años, o el uso de nuevas tecnologías y del ocio y tiempo libre para retardar el deterioro físico y mental y prevenir la dependencia», explica Isabel Redondo.

Valora que han llegado a 3.900 personas, de las 11.000 que reciben asistencia en el centro de salud. En un 85 % de los casos han mejorado su información sobre recursos existentes; en un 75 % enseñaron a cuidadores a delegar para proteger su bienestar físico y mental; en el 90 % mejoraron la información sobre hábitos de vida saludables o sobre cómo utilizar el ocio y el tiempo libre de forma más positiva para la salud; y también en el 90 % garantizaron cuidados de personas dependientes, con apoyo psicosocial a sus cuidadores. «Esta experiencia de participación comunitaria en salud pretende que se vea el centro de salud no solo como un espacio de enfermedad, sino también de prevención y de apoyo sociosanitario, con interacción entre el ciudadano sano, el que tiene alguna enfermedad, el que cuida, y los profesionales sociosanitarios», dice Redondo.

Se enmarca en las actividades para el envejecimiento saludable iniciadas hace 11 años