Entre todos los servicios que el aeropuerto de Santiago está incorporando, el que más demora acumula en su puesta en marcha efectiva es el párking exprés, unos espacios situados en el exterior de las zonas de llegadas y salidas que siguen en fase de pruebas a pesar de que las obras remataron en marzo. Desde entonces, las personas que se desplazan para llevar o recoger a un viajero pueden estacionar su vehículo a la puerta del edificio terminal sin cargo alguno, ya que la barrera que delimita el acceso al recinto permanece levantada.
Cuando ese aparcamiento rápido comience a funcionar realmente, el usuario tendrá que retirar un tique para que se levante la barrera y pueda estacionar. Pero esto no implicará necesariamente que tenga que pasar por caja. Solo lo hará si su vehículo permanece aparcado más de 15 minutos. Si supera ese umbral, tendrá que abonar el tiempo completo de estacionamiento, incluidos esos 15 minutos iniciales. Además de facilitar el aparcamiento, permitirá el control de todos los vehículos en el entorno de la terminal.