Pablo Cancio, candidato de Vox en Santiago: «Soy hispanohablante de cuna, pero a veces me sale el gallego»

Pablo Cancio nació en 1988 en Ourense, de donde es la mayoría de su familia, pero él vivió siempre en Santiago. Aquí estudió «de párvulos a la universidad», donde se licenció en Derecho. El máster, sobre la Unión Europea, lo hizo en la de Salamanca.

-¿Quién es Pablo Cancio?

-Una persona muy sencilla, familiar y accesible. Con bastante conciencia comunitaria y eso me ha llevado a involucrarme en el proyecto de Vox, al que me afilié el 11 de septiembre del 2014. Me gustan la lectura y el deporte y este año he estado jugando en un equipo de fútbol de la división de veteranos.

-¿Por qué creyó que a Santiago le hacía falta Vox?

-Porque las propuestas que veo en los demás partidos políticos han sido promesas que han caído en saco roto. Nosotros somos vecinos que siempre hemos vivido en distintas zonas de la ciudad y somos conscientes de las necesidades y carencias que tiene y creemos que como ninguno de nosotros ha tenido cargos políticos, no arrastramos vicios.

-¿El 26M, dónde situaría el límite entre fracaso y éxito para Vox?

-Todo lo que sea obtener representación es un éxito, porque no la tenemos y somos conscientes de la dificultad de alcanzar el primer concejal. Lo fundamental es tener representación para, a partir de ahí, ser clave.

-¿Qué escenario le parecería peor: Entrar en la corporación y que gobierne el PSOE o quedarse fuera y que gobierne el PP?

-Depende del uso que hagan de la alcaldía. Si el PSOE estuviera en el gobierno y nosotros en la corporación pero no consiguiéramos ser clave para decidir cuestiones que nosotros entendemos prioritarias, pues no sería un escenario deseable, pero tampoco lo sería si el PP ostentase la alcaldía y tampoco hiciera frente a los problemas de la ciudad.

-Le pregunto porque Vox es una escisión del PP.

-Yo no diría eso. Hay gente que viene del PP, sí, pero también de Ciudadanos y tenemos militantes procedentes de Podemos. Los hay de todo tipo. Yo no me considero procedente del PP. Nunca he militado en él y hace mucho que no me despierta ningún tipo de simpatía.

-¿Cuál es su propuesta estrella?

-No podría escoger solo una. Santiago tiene muchos problemas, como el despoblamiento del casco histórico y del rural. Por eso proponemos la reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) al mínimo legal. También hay problemas de iluminación, de limpieza, de accesibilidad o de seguridad, con el parque de bomberos peor dotado de las ciudades gallegas y una plantilla de la Policía Local en mínimos.

-¿Hablaría gallego en los plenos y los actos oficiales?

-Yo no le voy a decir a ningún compañero en qué lengua tiene que hablar. Yo soy hispanohablante de cuna, pero a veces me sale hablar en gallego inconscientemente. No es una cuestión a la que le dé especial relevancia. Es una cuestión de libertad. Por supuesto, no le afeamos a nadie que hable o que se dirija a la administración en gallego porque es parte del acervo cultural español, de toda la nación. Que cada uno hable y estudie en la lengua que quiera. Yo, probablemente, utilizaría más el español porque es mi lengua materna.

«Todo lo que sea tener representación es un éxito, porque somos conscientes de la dificultad»

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