Los candidatos rehúyen los pactos

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Noriega, Hernández, Bugallo y Sanmartín evitan de momento el escenario posterior al 26M, aunque el candidato a la reelección cuestiona al BNG por no posicionarse ya

14 may 2019 . Actualizado a las 13:58 h.

Salen a por todas y en su discurso no entra de momento la palabra pacto. Por mucho que la fragmentación de siglas y las encuestas apunten a que una mayoría absoluta será más que improbable, tanto Martiño Noriega (CA) como Agustín Hernández (PP), Xosé Sánchez Bugallo (PSOE) y Goretti Sanmartín (BNG) rehúyen de momento cualquier escenario pactista. Guardar silencio es lo propio estos días, más allá de proclamar la predisposición al diálogo para gestionar el resultado una vez que hablen las urnas.

La prédica de campaña les obliga a mantener posiciones con expectativas ganadoras o de ser determinantes, en función del suelo electoral con que parte cada uno. Ya tocará administrar resultados a partir del día 27. Es la fecha a la que se remiten las cuatro candidaturas con representación actual en el Ayuntamiento, aunque el candidato a la reelección ha abierto una grieta en esa resistencia colectiva. Y no para desvelar su propia posición ante un posible escenario que deje fuera de la aritmética gobernante al PP, sino para cuestionar la «indefinición» del BNG.

Sanmartín: «Están nerviosos»

Al margen de encuestas que apuntan tendencias «moi distorsionadas» de la percepción «que nós temos na rúa», Noriega sabe que, sin una mayoría absoluta por el centro-derecha, es con Bugallo con quien se juega la alcaldía y que la posición del BNG en ese escenario no será una cuestión menor. Y eso ha situado a los nacionalistas en su diana.

Cautos con no desvelar preferencias para un probable gobierno de coalición, Martiño Noriega trata de espolearlos para que se posicionen antes del día 26. Entre posiciones «progresistas», dice, los ciudadanos tendrán que «elixir entre dúas opcións»: la «máis amable pero esgotada» de Bugallo o la «máis valente e vencellada á veciñanza» de CA. Y cualquier dardo vale: «Non sei se estarán presa da melancolía do pasado», dijo Noriega sobre el BNG y sus 12 años de coalición con el PSOE, pese a reconocerlo ideológicamente más próximo a CA.

«Están nerviosos», respondía apenas un par de horas más tarde la candidata nacionalista, Goretti Sanmartín, sin hacer guiños a nadie y sin descartar un papel más significado para el Bloque tras el 26M que el que parece otorgarle Noriega. «Non renunciamos a que a alternativa [de un hipotético gobierno de izquierdas] estea nucleado en torno ao BNG», proclamaba tras reiterar que su formación decidirá en función de la correlación de fuerzas que salga de las urnas y la disposición de los demás a pactar políticas que respondan a su programa.

«Decidiremos no seu momento» y sin descartar ningún escenario, más que el de no facilitar un gobierno de derechas. La nacionalista coincidió, ahí sí, con Noriega, aunque el alcaldable de CA fue más lejos en ese caso. «Nós esperamos seguir liderando ese gran bloque progresista», pero, de no ser así, «nin por activa nin por pasiva imos favorecer gobernos liderados pola dereita directamente ou en segunda liña», afirmó Noriega en lo que parece una alusión a Bugallo.

Ajena al envite de Noriega, Sanmartín sí formuló ayer, en la presentación de las claves programáticas del BNG, una de las que serán sus líneas rojas ante cualquier negociación: la apuesta por el compostaje, un tema que los distanció del PSOE en los últimos meses del primer bipartito y que demoró unos nueve meses el acuerdo del segundo.

«Saímos a gañar e gobernar»

Igual de ajeno y con las encuestas a favor, el candidato socialista insiste en que el PSOE se presenta para ganar y gobernar. «Somos un partido de goberno e a nosa candidatura está concebida para iso», pregonó Bugallo. Salen a por los 13 concejales que otorgan mayoría absoluta, dice, y de los ciudadanos dependerá su posición: «o pobo é quen ordena». Y una vez que hablen las urnas, y sin «dar por feito nada nin descartar nada», resolverán, en lo que les competa, la gestión de ese resultado.

Con una proyección demoscópica menos favorable, Agustín Hernández también insiste en que el gobierno es su objetivo: «saímos a gañar e gobernar co noso programa» y «o único pacto que asinamos é cos santiagueses». De no tener mayoría suficiente, no pondrán «inconveniente» para que gobierne la lista más votada, afirma. Eso sí, de ser la suya la de mayor apoyo ciudadano, también defenderá su posibilidad de gobernar en minoría, «coa mesma lexitimidade que tivo Noriega no 2015».

Pero mientras no se despeja la incógnita de las urnas, a Hernández le gustaría saber cómo gestionarían sus resultados Noriega y Bugallo en el caso de ganar ellos, así como si Sanmartín conoce las razones «do pacto con Bildu para as europeas».