El BNG saca pecho y reivindica su gestión y su«pouso de seriedade»

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Goretti Sanmartín reúne a sus antecesores en Raxoi desde el año 1991

12 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegaron al Concello en 1991, cuando Estévez estrenaba su segunda mayoría absoluta, lo que los situó en la oposición. Desde entonces, desde esas bancadas o desde el gobierno, han tenido voz en Raxoi. Y Goretti Sanmartín las reunió ayer a todas (salvo a Fernández Leiceaga, hoy portavoz parlamentario del PSdeG) en el centro cívico del Ensanche para hacer memoria del «compromiso» del BNG con la ciudad desde el momento en que Encarna Otero ocupó su primer escaño.

No fue el primero nacionalista, sin embargo. El BN-PG había entrado en 1979. Y para ellos también tuvieron un recuerdo. No en vano, el acto se convocó para celebrar los 40 años de historia del nacionalismo en el Concello, aunque la atención se centró en los 28 ininterrumpidos del BNG. Y, sobre todo, en los doce de gobierno (en coalición con el PSOE) y en su «capacidade» para «mudar o rumbo de Santiago sempre a prol dun modelo máis social e integrador», un rumbo que Sanmartín quiere mantener, también desde el gobierno, después del 26M. Porque, «na oposición aprendes moito, pero gobernar é importante porque che permite executar proxectos», dijo Encarna Otero en un acto en el que entre todos recordaron la impronta del BNG en políticas medioambientales, para el casco viejo, en la creación de las primeras guarderías municipales, de la Escola de Música, de las huertas urbanas y en la recuperación del Sarela y la Selva Negra. Y con las que el BNG «deixou un pouso de seriedade e competencia».