Enrique Castro: «Lo peor es tener que comunicar una muerte inesperada»

j. g. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Ejerce desde hace 22 años en el 061 y es de sus profesionales más veteranos

15 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La urgencia que provoca más impacto es una alteración de la conciencia «porque las personas del entorno se alarman al ver cómo no pueden conectar con el familiar, colega de trabajo, o con la persona que tienen al lado y sufre el problema, porque está inconsciente, no habla, no reacciona, y eso desconcierta. Si después de prestarle atención permanece en el mismo lugar, por ejemplo en el domicilio, recomendamos que quede alguien pendiente de su evolución y, si empeora, que active de nuevo al 061, para volver o valorar su traslado a un hospital, si fuese necesario», afirma Enrique Castro. Ejerce desde hace 22 años en el 061 y es de sus profesionales más veteranos. 

-¿Cómo es la demanda de las urgencias que les llegan?

-Hay que diferenciar la demanda más ordinaria, de pacientes con patologías crónicas respiratorias, cardíacas, neurológicas, diabetes y otras; y la demanda estacional.

-¿Cómo es la estacional?

-Varía con la estación del año. En primavera suele haber más accidentes forestales y agrícolas, y en breve volverán de nuevo los problemas de alergias por picaduras de insectos, como las velutinas. En verano, como vienen más visitantes de fuera, estamos atentos a la patología provocada por el calor o los ahogamientos. En invierno, las gripes y las complicaciones respiratorias.

-¿Cuánto tardan en responder?

-El centro coordinador valora cada situación y, si es necesario, moviliza el recurso que ve más adecuado. Una ambulancia medicalizada tiene que estar en marcha en un máximo de 3 minutos. Llegar al lugar indicado depende del tráfico, lo habitual es demorar entre 5 y 8 minutos.

-¿Es muy compleja la asistencia?

-A los médicos nos alertan del problema desde la central de coordinación, o personal de centros de salud, y tenemos acceso a la historia clínica de la persona que vamos a atender. Para casos como un infarto o un ictus existen protocolos muy específicos.

-¿Qué fue lo más impactante de su experiencia en este trabajo?

-Atender el accidente del Alvia en Angrois, o el de un microbús con varias deportistas fallecidas cerca de Lavacolla. En el trabajo más ordinario, de cada día, lo peor es tener que comunicar una muerte inesperada, por un accidente o por un problema de salud repentino.