El montaje de la estructura acelera las obras de la estación de autobuses

S. Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

La primera de las terminales proyectadas en Galicia debe estar lista a principios del 2020

04 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La construcción de la nueva estación de autobuses ha entrado esta semana en una nueva fase con el inicio de los trabajos para levantar la estructura de la terminal. Estas obras ya dejan a la vista los primeros muros de la futura terminal, después de una primera etapa en la que la empresa adjudicataria del proyecto se centró en las excavaciones y cimentaciones en los terrenos anexos a la estación de ferrocarril y al vial de Clara Campoamor.

Los trabajos avanzan así de acuerdo con los plazos previstos, que establecen que la que será una de las de las piedras angulares de la intermodal compostelana deberá estar operativa a principios del 2020. Tanto ese horizonte de ejecución como la propia marcha de los trabajos garantizan que la de Santiago será la primera estación de autobuses en entrar en servicio de las que han sido proyectadas en las principales ciudades gallegas.

La terminal, que dispone de un presupuesto de 10,3 millones de euros, ha sido diseñada por IDOM. Estará provista de 36 dársenas en su planta baja, de las que 25 serán para uso regular de autobuses y 11 de ordenación. Además, el recinto habrá 11 dársenas más que estarán destinadas a aparcamiento. Además de suponer una mejora en cuanto a la mayor comodidad y servicios que ofrecerá a los usuarios, la nueva estación conllevará un importante avance en lo que atañe a la capacidad de movimiento de autobuses. La Xunta calcula que el tránsito podrá aumentar de los 509 diarios que pasan por la instalación actual a 843 de la nueva.

Esa mayor circulación de buses que propiciará la futura terminal alimentó el debate sobre los accesos a la infraestructura, con versiones enfrentadas entre el Concello, administración a la que compete esa parte del proyecto, y la Consellería de Infraestruturas, como encargada de la construcción de la estación. Finalmente, el gobierno de Compostela Aberta ha hecho valer su apuesta por aprovechar el emplazamiento de la terminal para llevar a cabo una reordenación urbanística de Clara Campoamor. La solución elegida convertirá el vial de cuatro carriles que ahora utilizan 5.000 vehículos al día dará en un bulevar con una calzada en cada sentido y con aceras más amplias, dentro de la idea de favorecer el tránsito peatonal y restringir la circulación de automóviles entre la avenida de Lugo y Pontepedriña, que se canalizaría a través del túnel del Hórreo y del vial Santiago de Cuba. Las disensiones sobre esta solución ya han saltado incluso a la precampaña de las municipales.

Pero más allá de esas fricciones, las obras de la nueva estación de autobuses avanzan en plazo y quedarán rematadas con varios meses de antelación respecto a la pasarela acristalada que dará acceso a la terminal desde la rúa do Hórreo. 

El arranque de los trabajos de la pasarela peatonal queda para después de Semana Santa

La ejecución del que será el otro elemento constructivo singular de la intermodal de Santiago, la pasarela peatonal que comunicará las dos estaciones y que salvará la brecha entre el Ensanche y Pontepedriña, llegará algo más tarde que la terminal de autobuses. La previsión es que las obras que Infraestruturas adjudicó en febrero a Acciona Construcción por 5,07 millones comiencen después de Semana Santa. Esa estructura llevará la firma del estudio de Juan Herreros, que también se encargará del diseño del ensamblaje de la estación del ferrocarril dentro del complejo de la intermodal, un proyecto en el que la UTE en la que participa el arquitecto se impuso, por cierto, a la propuesta de IDOM, autores del dibujo de la estación de autobuses.

Aunque la pasarela peatonal cuenta con un plazo de ejecución de 18 meses, la estimación es que estará lista en el verano del 2020, con unos meses de retraso, por tanto, en relación al remate de las obras de la nueva estación de autobuses.