
Manuel Carbajo y Celso Barrios ganaron el premio del Colegio de Arquitectos de Galicia al mejor edificio residencial
02 abr 2019 . Actualizado a las 23:05 h.En el lado opuesto del feísmo arquitectónico, de las fachadas de ladrillo descubierto y del bloque de hormigón apilado sin gracia están ellos. Son quienes marcan la pauta en el diseño de viviendas en este momento. Lo hacen desde su estudio de Santiago, Carbajo y Barrios, tras el que están dos caras conocidas en la ciudad, Manuel Carbajo y Celso Barrios, presidente del Aeroclub, para más señas. El edificio 13 Rosas Residencial, en el barrio de Santa Marta, fue elegido en los premios del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) como el mejor trabajo en su categoría; pero no hay termómetro más preciso que ver cómo la gente se para a curiosear y se imagina disfrutando los domingos de esa zona común y su piscina. Celso reconoce que alguna vez ha visto a gente pararse. «Para nosotros es un privilegio contar con este tipo de trabajo, que en el fondo son diferenciales», dice. Asegura que su intención no era llamar la atención, sino hacer un «ejercicio de limpieza, buscando la elegancia». La misma que también demuestran al compartir el mérito con el equipo: «Es el reconocimiento del trabajo de un montón de gente». Para el jurado, presidido por el decano del COAG, Antonio Maroño, proyectos como este abren un claro de luz en un campo que vio «algúns dos momentos máis sombríos da recente construción». Como los mismos ganadores reconocen, hay otros aquí que trabajan en la misma línea: «La arquitectura compostelana y sus estudios gozan de una gran salud». De hecho, de las seis obras residenciales finalistas en los premios COAG, cuatro salieron de estudios compostelanos, y de espíritus creativos como los de Álvaro Marín y Alfonso Castro (Doesmas) o Emilio Rodríguez Blanco.

«Mens sana»...
Al Espacio de Danza de la USC van a parar universitarios de mentes y cuerpos inquietos. Para ejemplo, el de Xiana Vilas, que al tiempo que estudiaba Psicología se involucró en el baile. Tanto, que ahora es ella la que da clases y hace coreografías, como la que abrió ayer el Encontro Universitario de Danza, El solsticio de Piazzola. La pieza es el primer paso de una colaboración con miembros de la Real Filharmonía. La coreógrafa, capaz de compaginar la docencia en la facultad con esta otra faceta y una compañía propia, explica que redujeron las cuatro estaciones de Piazzola a primavera y verano «como punto de partida para ese proxecto». Pero no brilló el sol en el Principal. Hubo paraguas y un ambiente melancólico con ecos de tango, como la primavera y el verano que vivió el compositor argentino, explicaba Xiana junto al director del Espazo de Danza. Es Juan Carlos Zahera, hermano de Luis Zahera (cirujano de Lugo, no el actor), y cuenta la grata sorpresa que tuvo trabajando con Fundación Down, que cerró la sesión. «Ellos te llevan a su camino. Son maravillosos, tienen una memoria prodigiosa y un movimiento espectacular».

El violín de Gaos
El hijo de Gaos, Andrés Gaos Guillochón, hizo un regalo mayúsculo a la ciudad de Santiago y a la USC donando los fondos de su padre, que había ido ordenando y catalogando con celo. Entre ellos, estaba un violín del compositor de finales del siglo XVIII que Florian Vlashi hizo sonar con maestría tras su restauración, un delicado trabajo encargado a Xosé Catoira hace un año. Fue la primera vez que se oyó tras décadas de silencio.