La hostelería busca mano de obra contra reloj para la Semana Santa

ana f. cuba FERROL / LA VOZ

SANTIAGO

Paco Rodríguez

Los empresarios del sector encuentran dificultades para contratar profesionales

01 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los hosteleros de la provincia buscan mano de obra contra reloj para la Semana Santa, el avance de la temporada veraniega. Las cifras revelan el peso de un sector muy ligado al turismo en las economías locales. Solo en la ciudad de A Coruña representa el 12 % del producto interior bruto (PIB), según la información que maneja la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería. «Generamos nueve mil puestos de trabajo directos, sin contar proveedores... Somos los que dinamizamos la ciudad», remarca Héctor Cañete, presidente del colectivo, con 1.200 socios, el 80 % en la ciudad herculina.

En la provincia existen más de 7.900 servicios de comida y bebida y 815 de alojamiento, de acuerdo con los últimos datos disponibles por parte del Instituto Galego de Estatística (IGE), del año 2017. «Y no consigues personal, aunque parezca increíble, con tanto paro, y con dos escuelas de hostelería en la asociación, y un plan especial de formación... No llenas los cursos gratuitos de la Xunta para desempleados», relata Cañete. Defiende las condiciones laborales -«mejores que en otros sectores»- y echa en falta profesionales -«el nivel ha subido y ya no vale el camarero que le derrama el café al cliente»-.

Pero la hostelería tiene que sortear más obstáculos. «Desestacionalizar el turismo es vital, llevamos un año de parálisis, sin congresos ni grandes eventos que den vida a la ciudad», alerta el presidente del colectivo provincial. Al Concello le reprocha que, «ni con este gobierno ni con los anteriores», les haya integrado en el Consorcio de Turismo, «una reclamación histórica».

«Una competencia feroz»

Cañete también advierte de las consecuencias de un sector «excesivamente regulado, por todas las administraciones, local, autonómica, estatal y europea». Esta situación origina costes difíciles de asumir, incide, «en un campo con una competencia feroz, sobreoferta y gastos muy elevados, que ponen en riesgo la supervivencia de muchos establecimientos». Constata que los índices de rotación son cada vez mayores, con locales que van pasando de mano en mano, como una salida temporal. «Parece fácil desde fuera, pero es realmente complejo. En A Coruña hay un bar por cada 102 habitantes, según un estudio de la Caixa. «Algún extranjero te pregunta si aquí cada edificio tiene su propio bar», dice.