Luz Hernández: «Yo no lo veré, pero creo que la ciencia será capaz de derrotar al cáncer»

«Tengo simpatía por los periodistas», dice mientras se sienta en una terraza del Ensanche donde conversamos. Su padre fue redactor y director del histórico rotativo charro El Adelanto. Luz Hernández Rodríguez (Salamanca, 1943) es la presidenta de la Junta Local de Santiago de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) desde hace dieciséis años, una entidad que hoy posee en la ciudad 81 voluntarios y casi un millar de socios: «Hemos mejorado mucho, pero necesitamos seguir creciendo en socios y voluntarios. Apoyamos al máximo la investigación, hemos becado a varios médicos del equipo de Ángel Carracedo; y por supuesto, queremos aumentar nuestras prestaciones».

Tres días a la semana funciona un carrito con refrescos, infusiones y prensa, atendido por voluntarios, en el Hospital Clínico, que va por las salas de espera de hematología, oncología y radioterapia, asistencia que quieren convertir en diaria. También poseen una vivienda al lado del hospital con dos dormitorios para familiares de niños oncológicos ingresados. Y este año cambiarán la sede de la asociación al entorno del propio hospital, donde trabajan tres psicólogos, una logopeda y un administrativo. «Tenemos bastantes universitarios entre el voluntariado, pero por razones obvias no tienen continuidad, de ahí que necesitemos incorporar más personas. Todos nuestros voluntarios reciben una formación previa en la que se los adiestra sobre cómo tratar a pacientes y familias», explica Luz Hernández.

Hoy, 31 de marzo, se celebra el Día del Cáncer de Colon, pero la AECC ya realizó las actividades el pasado jueves, con sendas mesas informativas en el Clínico y el Mercado de Abastos. Hernández advierte de que mientras no te toca, no te das cuenta de la necesidad de una asociación que te ayude en esa situación: «El apoyo psicológico es importantísimo». Luz lo sabe bien, porque lleva consigo un cáncer de pulmón desde hace siete años. «Me encuentro fenomenal, ya pasé mi mala racha, con los miedos del principio. Tuve la suerte de no pasar por la quimioterapia, y tengo una medicación sin efectos secundarios».

Su caso es muy distinto al de su marido, Ildefonso Sánchez Mera, que falleció de cáncer de pulmón a los 57 años. «Cuando luego me tocó a mí, dije ¿pero por qué a los dos si no es contagioso? Y pensaba: yo no fumé ni tengo genética de cáncer, y sin embargo… Por eso las revisiones son muy necesarias, como el cribado de colon, entre otras», según señala. La AECC indica que el 40 por ciento de los casos de cáncer se podrían prevenir, así como que en el área sanitaria de Santiago se diagnosticaron el año pasado alrededor de dos mil quinientos casos.

La veterana presidenta es optimista y basa su «esperanza» en que ha aumentado «mucho» la tasa de supervivencia. «Yo no lo veré, pero creo que la ciencia será capaz de derrotar al cáncer. Ahora bien, no sé cuándo». La asociación tendrá mucha visibilidad en el mes de junio, que es cuando se realiza la cuestación en la calle y se celebra su multitudinaria cena solidaria. Además, la academia de baile Tempos organiza un festival de fin de curso, cuya recaudación es para la entidad compostelana. «Estamos muy agradecidos, porque hace muchos años que vienen haciendo este espectáculo benéfico».

Luz Hernández tiene cuatro hijos y cuatro nietos. Conoció a su marido en la Universidad de Salamanca, donde ella se licenció en Filosofía y Letras, aunque nunca llegó a ejercer: «Cuando a Ildefonso, que era notario, le dieron el destino de Santiago, nos vinimos y ya no regresamos. Él era de Badajoz y la gente aquí lo llamaba ‘extremeñeiro’. Nos gustó esta tierra y echamos raíces».

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