Y mientras la familia reclama más intensidad en la búsqueda de Emilio Pintor, en la zona en la que se supone que desapareció no hay actividad alguna desde hace una semana. La última búsqueda organizada se llevó a cabo el miércoles pasado, cuando las fuerzas de seguridad emplearon por primera un perro adiestrado en la búsqueda de rastros en el agua. Los buceadores de la Guardia Civil que dirigían el perro ampliaron por primera vez el ámbito de búsqueda aguas abajo de la playa de A Cova. Revisaron las orillas entre la playa y el área recreativa de Maiorga, ya en el municipio de Pantón.
Tampoco dio resultado la búsqueda que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado realizaron, a principios de mes, con un sonar y con un robot submarino para tratar de localizar el vehículo de Emilio Pintor en el fondo del tramo del río Miño en el que se centra la búsqueda. El aparato reveló la existencia de un bulto a unos 15 metros de profundidad, pero se comprobó que se trataba de un par de rocas.