Sus cuadros gustan tanto que se los quieren tatuar

SANTIAGO

Andrea Regueiro

Le gustaría seguir compostelanizando el arte: Magritte, Frida Kahlo, Picasso... Deiviz Kostoya está dispuesto a seguir sorprendiendo

16 jul 2019 . Actualizado a las 16:36 h.

David Costoya es un joven extrovertido y emprendedor. Con 21 años, su vida laboral chocó contra la crisis. Entonces, el compostelano hizo las maletas y se fue a Holanda, donde estuvo tres años y medio «viendo mundo y buscándome la vida», cuenta. Allí conoció el significado de la morriña y se avivó su apego por el lugar en el que creció este híbrido entre Vite y Fontiñas. Al regresar, en el 2014, sintió de nuevo la llamada del lienzo. Empezó haciendo retratos. «Quería hacer una galería de personajes compostelanos», relata. El primero fue a la dueña de La Tita, el antiguo after de Santiago de Chile, Vicenta, a quien le vendería su primer cuadro. Luego, al profesor de Políticas Miguel Anxo Bastos y a La Tere, la mujer que alimentó con sus bocadillos a cientos de jóvenes de la noche santiaguesa. En un cartón pintó el único cuadro del que no está dispuesto a desprenderse, su Noche estrellada en Compostela, un tributo a su ciudad y a Van Gogh. Luego vino El grito de Las Marías, una versión picheleira de la archiconocida obra de Munch. «No la había acabado y ya tenía dos compradores», comenta sobre la buena acogida. Va por la décima copia, que está haciendo para una exposición benéfica, y las anteriores han ido a parar hasta Navarra, Alemania o Estados Unidos, entre otros rincones. Su último hit ha sido la Giococha, una Mona Lisa de facciones porcinas que consigue que tanto pequeños como los ancianos frenen la marcha en seco y se detengan a ver el cuadro o una de las copias que vende por las tardes en su puesto de la rúa do Franco, en los soportales de Correos. Tanto gusta la Giococha de Deiviz Kostoya (nombre artístico que usa el graduado en Xornalismo), que este fin de semana un belga llamado Tom se llevó una de las postales de la obra a pequeña escala para tatuársela. A pesar de todo, el autor reconoce -con mucho orgullo- que «mayoritariamente mi público es gallego y de Santiago, incluso me sorprende que los estudiantes se paren y me cojan algo». David se ha propuesto «compostelanizar todo el arte» y, aprovechando que Santiago es un destino internacional, exportar un poco de la esencia que él ha mamado. Aunque lleva desde marzo del 2018 montando su puesto de vez en cuando en el Franco, desde septiembre lo hace de forma regular y en menos de un año ha conseguido hacerse un nombre. No ha sido un paseo de rosas, reconoce. Ha habido muchas tardes malas antes de empezar a saborear las mieles del éxito: «Hay días que te va genial, pero cuando encadenas dos o tres en los que no vendes nada, ni siquiera una postal o un marcapáginas, te desmoralizas. Es duro». Entre los nuevos proyectos de este pintor autodidacta están unos imanes de temas «enxebres», para los que cuenta con la colaboración de su abuelo, Luis López Souto, para dar forma a la madera. Además, ha recibido encargos de una nueva firma de vinos. «Me gustaría tener una tienda-taller, un sitio que la gente pueda venir a que les hagan retratos y les pinte cuadros por encargo», avanza. Y le gustaría seguir compostelanizando el arte: Magritte, Frida Kahlo, Picasso... David está dispuesto a seguir sorprendiendo.

Xalleiro destacado

Un joven de Santa Comba, Pablo Valedor García, está de enhorabuena. El estudiante de la USC ha recibido una beca de la Caixa para hacer su doctorado en universidades y centros de investigación de referencia de España. Graduado en Biología en Santiago, la bolsa recibida le ha abierto las puertas del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas para doctorarse en Biociencias Moleculares. Optaban a las becas anuales 730 candidatos este curso y solo 20 recibieron la beca para investigadores españoles, entre ellos el xalleiro. Además, la Caixa entregó otras 57 para jóvenes de todas las nacionalidades en esta sexta convocatoria. El secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, entregaba los diplomas acreditativos a los 77 beneficiarios junto a Jaume Giró, director general de la Fundación la Caixa. 

Una ordense de 101 años

El club de centenarios de la comarca de Ordes acaba de celebrar un nuevo cumpleaños de uno de sus miembros, Manuela Viqueira Figueira, que el pasado sábado cumplió 101 años y lo celebró rodeada de sus familiares más próximos. Nacida en la parroquia ordense de Poulo, Manuela Viqueira reside actualmente en O Regueiro, en Ordes. Sus sobrinos y su hijo Antón llenaron a Manuela de felicidad cuando sopló las velas de su aniversario. Recientemente otra vecina de la comarca ordense, Asunción López Oubel, residente en el vecino concello de Frades, en la parroquia de Vitre, aunque nacida en Mesía, ingresó en el selecto club de los centenarios. Lo festejó con su familia, vecinos y amigos.