Los empresarios urgen una solución a la crisis en el área de Urbanismo

R.M. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

«Calquera parálise ten traslado e prexuízo na poboación», dicen desde Hostelería

17 mar 2019 . Actualizado a las 13:08 h.

Pocos servicios municipales tienen tanta incidencia en las expectativas y proyectos de los ciudadanos, ya sean en el ámbito doméstico o empresarial, como el de Urbanismo. De su pulso dependen en buena medida iniciativas de carácter económico que se resienten cuando el engranaje falla y que en ocasiones acaban cayendo en el desaliento y enfocando su interés hacia otros destinos. Es uno de los riesgos de los que advierten colectivos empresariales y formaciones políticas en los últimos días por los notables retrasos en la actividad licenciadora del Concello.

Una rémora que no viene de ahora -apuntan los dos colectivos de comerciantes del Ensanche y el casco viejo y la Asociación Hostelería Compostela-, pero que sí ha persistido en este mandato y se ha agravado en los últimos meses, hasta el punto de poner al límite a los responsables del servizo de Licenzas y de la sección de Cartografía. Ambos han renunciado a continuar en esas responsabilidades ante la falta de medios humanos y materiales para asumir esas labores de forma satisfactoria. En el caso de la responsable de Licenzas, la espita saltó después de insistir durante tres meses en la necesidad de cubrir la baja laboral, efectiva desde diciembre, de la funcionaria que llevaba las licencias de primera ocupación, aperturas y terrazas de hostelería.

Tres meses ya largos en los que los expedientes se han ido acumulando a medida que crecían las quejas de los ciudadanos. Y con ellas el malestar de los funcionarios y la brecha temporal para darles respuesta. Según fuentes conocedoras del servicio, el nivel de retraso es tal que puede pasar mes y medio o dos, sino más, antes de que alguien pueda echar un ojo a cualquier petición que entre por el registro general o el específico de Urbanismo. Y en los trámites que dependen de la funcionaria en baja desde diciembre hay que sumarle ese tiempo: solo ella estaba disponible para esa funcion.

Antes de que trascendiesen esas renuncias, desde el sector de hostelería ya advirtieron al edil Jorge Duarte de las quejas que le estaban llegando por las licencias para la apertura de nuevas terrazas y urgieron soluciones. Las que ya existen se renuevan automáticamente, salvo que se quiera introducir cambios. En ese caso requieren nueva tramitación, como la de aquellos locales que las pidan por primera vez. Esas están paradas y, con las actuales condiciones meteorológicas y la Semana Santa ahí, es un problema serio para el sector. «O que se perda agora, logo non se recupera», dice el gerente de Hostelería, Ramón García Seara. «Urbanismo é unha parte moi sensible do funcionamento da cidade e calquera parálise ten traslado e prexuízo na poboación», añade Seara. Esa área funcionó siempre «con certa lentitude», aunque «agravada» ahora, dice.

«La gente no está dispuesta a tardar año y medio para una licencia, aunque sea menor», apunta José Ángel Blanco desde Compostela Monumental. Y en su caso, no solo porque las quejas lleguen a la asociación, sino por la propia experiencia para hacer arreglos en la sede de la entidad. Ese fue el tiempo que les tardó, dice. Urbanisno «nunca funcionó bien, y ahora menos». «Hemos llegado a niveles demenciales, pero esto se venía cociendo desde más atrás», dice en línea con una «carencia histórica» a la que apunta también Delmiro Prieto desde Santiago Centro. Aunque las circunstancias se agraven por un «momento puntual, como ahora», la lentidud de la tramitación de licencias «es un problema secular» que afecta a la actividad comercial. Y sin obviar que es posible que el servicio se pueda organizar mejor, apunta que «hay que levantar la veda» a los límites de la tasa de resosición de personal «para ser operativos». Pero en lo que depende ahora mismo del gobierno, observa: «El de las terrazas es un problema serio» que hay que tratar con «urgencia».

Los retrasos son una rémora para que los locales opten a ayudas del Consorcio

Un caos. Así ve José Ángel Blanco el funcionamiento de Urbanismo, pero no solo en licencias, sino «en todo el departamento». Aunque disconforme con alguno de los requisitos y «trabas» que achaca a esa área y al Consorcio en la revitalización del casco viejo, el gerente de Compostela Monumenal relata que una vez que registras una solicitud «te responden 4 o 5 meses después, normalmente para pedirte más cosas. Y si intentas contactar vía telefónica, es casi imposible que te cojan. Cuando lo hacen te dan una cita para dos meses después, y cuando llegas allí te dicen que tienes que llevar más documentación, por registro. Y vuelta a esperar meses. Es lamentable y tercermundista».

Blanco sostiene que esa demora está detrás de la baja petición de ayudas al Consorcio para la rehabilitación de locales comerciales, ya sea para aperturas o para aumentar su competividad. Las licencias no llegan a tiempo para justificar la obra en plazo, explica. El año pasado el Consorcio solo concedió 29.140 euros entre 4 solicitudes (de 7) que cumplían requisitos. Disponía entonces de 148.000 euros. Este año bajó la partida a 75.000 euros.