La crisis en Urbanismo se acentúa con la renuncia del jefe de Cartografía

Al gobierno de Martiño Noriega se le acumulan los problemas en el área de Urbanismo. A menos de tres meses de las elecciones, no son uno, sino dos los cargos que han evidenciado con su renuncia el malestar que reina en el departamento de Jorge Duarte por la falta de medios y la incapacidad de ponerles remedio. Porque la dimisión presentada esta misma semana por la responsable de Licenzas no fue la única ni la primera.

Ese mismo malestar por la falta de medios ya había motivado días antes la renuncia del jefe de sección de Cartografía, aunque desde el gobierno municipal, esquivo a la hora de dar explicaciones, afirman que ninguna de esas dimisiones eran todavía efectivas ayer. «A día de hoxe, seguen nos seus postos», dicen desde Compostela Aberta, donde, en ambos casos, sustituyen el término dimisión por el de «vontade de renunciar».

La intención del gobierno se enfoca a que esas renuncias no se hagan finalmente efectivas y evitar, a dos meses de las elecciones, las vacantes en dos puestos de responsabilidad, sobre todo cuando el origen de sus quejas está precisamente en la falta de medios humanos. Y de medios materiales adecuados también en el caso de Cartografía, coinciden varias fuentes.

Y en ello está Martiño Noriega. Con la acumulación de expedientes y las quejas ciudadanas, agravadas por la no sustitución de la baja laboral de la única persona que atiende las licencias de primera ocupación y de apertura, el alcalde ha tomado cartas personalmente en el asunto. Ha mantenido «e ten» conversaciones con ambos trabajadores «e ten adquirido o compromiso de solucionar os problemas de persoal máis urxentes no departamento, na medida en que iso sexa posible desde o punto legal e económico», afirman desde su gabinete de Comunicación.

Pero «os prazos non dependen exclusivamente del», precisan, para justificar la falta de fecha todavía para la suplencia de esa baja laboral más allá de que será «nos próximos días». Algo más, en cualquier caso, de lo que el personal del departamento sabía hasta que trascendió públicamente la renuncia de la jefa de Licenzas. Y a principios de abril se incorporará un nuevo arquitecto, «o cal ten que contribuír a axilizar os trámites atrasados», anuncian desde el gobierno, mientras desde la oposición acusan a CA de llevar la situación hasta esos extremos por «falta de vontade», porque aunque no sea fácil darle solución por completo, sí se podrían satisfacer esas carencias parcialmente con nuevos efectivos, porque existe esa posibilidad, afirma Agustín Hernández.

Es una solución que el gobierno local ha aportado en otros departamentos, dice en línea con el BNG. Y sin cuetionar esas otras necesidades, defienden que en este caso debe tenerse en cuenta la especial incidencia en los ciudadanos y en la economía local de la demora de licencias. Además, cubrir esa baja «nin tería custe económico», dice Goretti Sanmartín, incidiendo en la responsabilidad de que no se haya hecho. Paco Reyes anunció que pedirá el expediente de esa dimisión en Licenzas para conocer sus motivaciones, porque «este é un problema moi serio», dice.

Una relación que se ha ido diluyendo

En clave política, la lectura de la implicación personal del alcalde en las crisis de gestión de las áreas delegados supone la desautorización del edil competente en tales cometidos. Y el de Duarte no es el primero del mandato. Ahí la palma se la ha llevado Manuel Dios, con los problemas para sacar adelante al principio de legislatura el concurso para los comedores escolares y últimamente el de la Escola de Música. Pero sí es significativo. Más allá del acierto o no del edil al abordar esa crisis, o de ponerle mayor o menor voluntad, apunta al distanciamiento entre ambos tras cuatro años de gestión, evidenciado en el desplazamiento de Duarte del número 3 al 8 en la lista que Noriega presentó a las primarias de CA.

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