Los críticos de En Marea siguen tentando a Noriega para la Xunta

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

El proyecto en marcha para las generales podría reeditarse en las autonómicas, y necesita un candidato

06 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es el eterno retorno. En la campaña para las municipales del 2015, Martiño Noriega se cansó de repetir que su apuesta por Santiago era firme y que no iba a presentarse a la presidencia de la Xunta por un espacio, el de En Marea, en proceso de formación. «Era consciente de que dando ese paso renunciaba a unhas expectativas que eu non tiña persoalmente, pero que moita xente, constábame, tiña sobre min», reconoció en el libro A contradición permanente, publicado junto con el periodista Daniel Salgado. A lo largo de estos cuatro años se vio obligado a repetirlo un día sí y otro también. Y ahora, como entonces, no depende tanto de sus deseos personales como de la presión que recibe de su entorno desde que la ruptura de En Marea es oficial y el llamado sector crítico prepara una candidatura alternativa para las elecciones generales que podría tener continuidad en las autonómicas. Y por supuesto, sin Luís Villares, que se queda con la marca En Marea impulsada por el propio Noriega, entre otros.

El alcalde de Santiago nunca fue ajeno a lo que el entorno de Anova llama la política nacional. En un principio, más cerca de Villares que la pata herculina, que renegó del magistrado en funciones casi desde que fue nombrado candidato a la Xunta de Galicia. Pero, finalmente, Noriega acabó reconociendo, como dice también en el libro, que quizá «os homes de lei» no son los más adecuados para proyectos de política rupturista.

Así que se gestó el asalto a la dirección de En Marea con la creación de la mesa pola confluencia y la presentación de una candidatura para el consello das mareas alternativa a la de Villares y encabezada por David Bruzos. Ganó Villares, y si bien otros miembros destacados del sector crítico como Gómez-Reino o Xulio Ferreiro siguieron dando la batalla, antes para cuestionar los resultados de las primarias de En Marea y ahora para elaborar una lista alternativa para las generales a modo de coalición, Noriega fue rotundo cuando dijo que se postulaba de nuevo a la alcaldía de Santiago y que ese era su único objetivo político.

Pero el nuevo proyecto, si se consolida, necesitará un candidato a la presidencia de la Xunta. Y otra vez esos despachos unidos por un balcón en el Pazo de Raxoi se la juegan a Noriega. Los que siempre confiaron en él bisbisean de nuevo su nombre.