Teresa Hernández: «La actitud y la disposición a asumir los cambios son claves en el empleo»

Teresa Hernández es la orientadora laboral del programa de formación y empleo de Compostela Monumental, que este año llega a su tercera edición. El éxito de la convocatoria viene determinado por el porcentaje de inserciones laborales. «Yo prefiero hablar de números de personas. En la primera edición, de las 87 mujeres participantes, 67 consiguieron trabajo; y en la primera edición, cuando el programa aún era mixto, de 65, 57 se incorporaron al mercado laboral», explica. En la tercera edición del plan, cien mujeres participan en las ofertas formativas y todas tendrán la oportunidad de adentrarse en el mercado laboral; 23 ya están trabajando.

Con 20 años de experiencia en el sector de la asesoría laboral, Teresa Hernández cree que «se han producido muchos cambios en el mercado laboral, pero hay una cuestión clave en la que no hay tantos cambios, y es la actitud ante el puesto de trabajo. Los empresarios valoran mucho la disposición a la hora de enfrentar el trabajo». Hernández reconoce que el plan, «más que un programa de empleo, es de formación. De aquí pueden salir o no con un trabajo, pero con lo que seguro que salen es con las capacidades para buscar empleo, con una formación para desarrollar las habilidades de cada uno, y en el caso de las personas sin cualificación, con una formación para un sector concreto». Algo en lo que insiste en sus charlas es en reforzar «las capacidades de adaptación a los cambios. En el mercado laboral siempre fue necesario adaptarse a los cambios, pero antes podías tener seis meses para la adaptación; ahora, con las nuevas tecnologías, la adaptación es cuestión de días o de semanas, en el mejor de los casos. Ahora los cambios son vertiginosos, y el mercado laboral no espera».

Sectores feminizados

La orientadora laboral reconoce que los sectores del comercio y de la hostelería generan empleos mayoritariamente para mujeres, «pero es que, cuando empezamos con el programa, era mixto, aunque de cada diez, dos eran chicos. Recuerdo algún curso de dependiente de tienda, en el que había dos chicos y 15 chicas. Ellos prefieren otros puestos y, por supuesto, la elección de los cursos formativos es de cada uno». En cuanto a las ofertas de empleo, Hernández explica que tiene que adaptarse a las opciones que se ofrecen, y «aunque recibimos alguna petición de trabajador para atención al público, la realidad es que es más complicado, y la mayoría de las ofertas llegan para mujeres».

La continuidad en el puesto de trabajo es el gran reto de estos programas formativos, y la orientadora laboral considera que «poco a poco se dan avances», pero «no podemos olvidar que estamos hablando de sectores con una alta temporalidad. El comercio, hostelería y turismo generan empleos temporales, pero estos programas crean una red de contactos, de más de doscientas personas, que se mantienen en comunicación y que comparten ofertas de empleo».

Teresa Hernández reconoce que «como siempre, en el mercado laboral funciona mucho el boca a boca, aunque después hay que defender el puesto. Nosotros recibimos muchas ofertas de empleo, porque conocen nuestra forma de trabajar, y tenemos un prestigio a la hora de seleccionar a las personas».

Todos los participantes hacen prácticas en puestos de trabajo, «y claro que pueden quedar después con contratos más largos, pero los que no siguen trabajando tienen más que ver con una decisión personal, por estudios o por familia. Creo que lo más importante es la constancia, la actitud y las ganas de defender el puesto en el día a día».

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