El cuarto acceso de la AP-9 abrirá en días sin un plan de tráfico local

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La del Gaiás se identifica como salida al centro de la ciudad y conexión al periférico

12 feb 2019 . Actualizado a las 22:50 h.

De nueve carriles a dos. Sobre el mapa, un embudo en toda regla al que, de momento, le restan importancia en Fomento, Tráfico y el Concello de Santiago. El cuarto acceso urbano de la autopista AP-9 se abrirá en cuestión de días -esta semana se recepcionan las obras- y aunque su razón de ser es mejorar la conexión con la Cidade da Cultura, a casi nadie se le escapa que también se trata de un enlace interesante para llegar al Multiusos, a barrios como Sar o Fontiñas y a los bordes sur del Ensanche y del casco histórico.

«Vai entrar un tráfico importante», reconocía en abril del año pasado el alcalde compostelano Martiño Noriega, que abogaba por un estudio «polo miúdo» y, si fuera necesario, por la reordenación circulatoria de los viales. A pocos días de su inauguración, pendiente de fijar por parte del ministerio, el mensaje que transmite el Concello es que no se esperan «grandes problemas» y que estarán «atentos» por si hubiera que reforzar la señalización, según el edil Xan Duro.

La señalización es, precisamente, una de las cuestiones que invita a pensar en una utilización masiva por parte de los usuarios, y sobre todo entre los que conozcan menos la zona, porque Tráfico ha decidido indicar este acceso como apropiado para llegar al centro de Santiago, cosa que no ocurre con las salidas norte y sur (San Lázaro y Milladoiro), que sin embargo están enchufadas directamente a una carretera de alta capacidad como el vial SC-20. Los carteles del acceso al Gaiás también destacan la posibilidad de incorporarse al periférico, aunque para ello haya que descender por la avenida Manuel Fraga (limitada a 30 kilómetros por hora), pasar por delante del Multiusos de Sar y la zona deportiva de las piscinas, atravesar un túnel bajo las vías del tren -un carril estrecho por sentido- y adentrarse en una zona del barrio residencial de Fontiñas en la que hay centros educativos y sociales de uso frecuente.

El acceso desde la autopista servirá sin duda para aliviar la circulación en los escasos actos que se celebran al año en el Gaiás y que suponen la acumulación de vehículos en un horario concentrado, pero el tapón puede producirse más abajo con los habituales partidos del Obradoiro y otros eventos de ocio que se organizan en Sar. «Os días de baloncesto ou actuacións non haberá moita diferenza, porque hoxe xa se enchen os aparcamentos do Gaiás e hai presenza policial para darlle fluidez», refiere Duro.

Audasa tampoco tiene una previsión certera de cómo se va a comportar el acceso tras su apertura, pero la lógica sugiere que restará algo de presión a las conexiones más cercanas, la de San Lázaro y la de Ourense.

Y el Concello, que es la responsable de canalizar los tráficos locales, tampoco tiene soluciones sencillas a mano. La red viaria en los dos barrios más cercanos tiene serias limitaciones, en especial en Sar, donde hay que sortear el cruce con la rúa Diego Bernal y el estrecho puente sobre el río.