Martiño Noriega se ve en una «boa posición» electoral y sus rivales creen que su desgaste irá a más

Juan María Capeáns Garrido
JUan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Sondaxe: el PP dice que es la única opción para desbancar a Compostela Aberta

11 feb 2019 . Actualizado a las 22:47 h.

Como si de una noche electoral se tratase, todos ganan y están moderadamente satisfechos, con la prudencia que merecen todas las encuestas. Compostela Aberta porque tiene posibilidades de seguir gobernando; el PP porque ya es la lista más votada; y el PSOE y el BNG porque tienen una clara tendencia alcista. Y partiendo de ahí, todos son conscientes también de que deben apretar en los tres meses que quedan para alcanzar sus objetivos.

Martiño Noriega ve a su formación consolidada y en «boa posición» para apuntalar ocho años de «proxecto transformador». Y esa parece que será su gran baza electoral, proponer «a continuidade do cambio ou volver a un pasado en branco e negro da dereita que está coa súa praxe facéndolle o traballo á extrema dereita». A su juicio, y ateniéndose a la encuesta, Santiago «non ten nostalxia do pasado».

Agustín Hernández, en cambio, no aprecia esa solidez de la que habla el alcalde y reta a los vecinos, cualquiera que sea su barrio o parroquia, a analizar si la ciudad está mejor o peor que hace cuatro años, cuando él gobernaba. «Es la primera vez en el mandato que Sondaxe nos sitúa como la opción más votada, lo que significa que estamos en buena línea y que tenemos que seguir trabajando y haciendo propuestas para convencer a esos tres de cada diez indecisos», refirió el líder de la oposición tras escrutar a fondo el sondeo. Está convencido de que hay margen para sacarle más distancia al segundo, que es Compostela Aberta. Para ello, analiza Hernández, espera captar votos socialistas «que solo atornillarían a Noriega» en el poder, y que los que ahora optan por Ciudadanos o Vox «se den cuenta de que votar por ellos significa consolidar a la izquierda».

Bugallo, satisfecho

Xosé Sánchez Bugallo cree firmemente que tiene más apoyos que los que indica la encuesta -cinco concejales- y que muchos de ellos están entre los que no confiesan su opción o todavía no la han definido. «Estoy muy contento sobre todo en lo que se refiere a mi grado de conocimiento y la valoración. Obtener esa calificación -un 5,17- en los tiempos que corren es espléndido», comentó sobre la primera entrega que valora a los candidatos. En lo que se refiere al reparto de concejales, prefiere quedarse con la intensidad con la que sube el socialismo, captando voto de sus dos principales rivales y de personas que no votaron en el 2015 y sí lo harán en mayo por su candidatura. Y también con la reducción de porcentajes entre Compostela Aberta y el PSOE, que pasa de 15 a 8 puntos de distancia y que a juicio se estrechará más por el «desgaste» del gobierno. «Al final, los compostelanos tendrán que elegir al alcalde entre Martiño Noriega o yo», resume. El análisis pormenorizado le permite confirmar su falta de penetración entre los votantes más jóvenes y desconfía que la irrupción de Vox, precisamente con mucho apoyo en ese tramo de edad, solo sea un efecto puntual «sobredimensionado».

En el BNG también aprecian ese declive al que se refiere Bugallo. Desde dentro del Concello, Goretti Sanmartín destaca que los vecinos empiezan a percibir lo que su formación denuncia: que hay «problemas de xestión e que non cumpren a súa palabra». Como sus adversarios, está convencida de que «imos ter uns resultados mellores» dentro de un escenario en el que no habrá mayorías, por lo que será determinante «o diálogo». Analizando la foto, se felicita de que el PP retroceda y que no pueda sumar con sus socios naturales de la derecha, y al igual que el candidato socialista no se cree el resultado de Vox. También está convencida de que su formación saldrá reforzada cuando la ciudadanía conozca a su equipo, que se presentó después de las fechas del trabajo de campo.

Balance

Las encuestas de Sondaxe son fotografías fijas que sitúan un momento concreto y que, analizadas hacia atrás y con proyección se aproximan a la situación de la política local. Y también son paradas obligadas para los protagonistas municipales y para los propios ciudadanos, a los que se les recuerda que hay que empezar a hacer el balance de los últimos cuatro años. Quedan solo tres meses para meditar.