Pablo Fidalgo: «Es especial contar en Escenas do Cambio con Esther Ferrer e Isidoro Valcárcel»

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

El director del festival destaca que se trata de los «artistas de vanguardia más importantes de la historia de España»

04 feb 2019 . Actualizado a las 04:55 h.

Mañana comienza en la Cidade da Cultura la quinta edición del festival Escenas do Cambio, que dirige Pablo Fidalgo. La programación incluirá diecisiete piezas de seis países hasta el 16 de febrero, además de talleres.

-Es la quinta edición, ¿está ya consolidado el festival?

-Sí. Además, hemos ido encontrando un público en lugares donde no lo esperábamos al principio, como gente de las artes visuales, el cine, la literatura... Cada año nos hemos sorprendido de a qué gente llegábamos. Además de consolidarse, ha sido un festival que ha estado en permanente transformación y ahora está mucho más próximo al mundo del arte y de la performance. Es un festival que se hace dentro de un museo. Empezamos construyendo dos o tres escenarios en las primeras ediciones y, ahora, no es así, ya solo hay uno porque hay muchas piezas que dialogan directamente con el espacio. Por otra parte, desde fuera de Galicia y de España se valora mucho el festival, está muy consolidado a nivel internacional.

-Este año hay mucha más danza que en otras ediciones.

-Decidimos no clasificar las piezas. Todos los trabajos están en un lugar muy híbrido. Performance, teatro, danza creo que no es necesario ya calificar, el público que tenemos ya sabe a qué apuntamos y no es necesario poner etiquetas. Es especial tener en esta edición a los dos artistas de vanguardia más importantes de la historia española, Esther Ferrer e Isidoro Valcárcel Medina. También la presencia de María Salgado, una poeta que presenta un trabajo de arte sonoro. Además, presentan trabajos dos compañías gallegas, el Colectivo Balboa y Tito Asorey y Melania Cruz. También estará Alessandro Sciarroni, que acaba de ganar el León de Oro en la Bienal de la Danza de Venecia; y viene MDLSX, de Motus, que lleva cuatro años girando por todo el mundo y es una pieza fundamental de la escena moderna. Además, como todos los años, recuperamos trabajos míticos y emblemáticos de la danza y el teatro europeo, como los solos de Vera Mantero. También están los trabajos con la comunidad.

-Precisamente, ese trabajo con la comunidad ha sido una de las señas de identidad.

-Sí, necesitamos esa unión con la ciudad, pero también siempre siendo responsables y pensando en propuestas artísticas de calidad. Ya no es la participación, sino en qué participas y lo que te hace pensar y sentir. Tenemos la pieza de Esther Ferrer con la comunidad de personas sordomudas, también la de Marco Berretini con un coro de niños, que estará el domingo por la mañana -también es un horario distinto al de otros años-, y el trabajo de Ana Borralho y João Galante con adolescentes, que, además, une a la gente más joven a la programación de Escenas do Cambio, que es algo que hacemos desde el principio del festival.

-Tanto Esther Ferrer como Isidoro Valcárcel harán piezas específicas en Santiago. ¿Fue complicado convencerlos?

-A Esther Ferrer la convencí en París hace año y pico. Por suerte, son dos personas muy accesibles y es impresionante que dos artistas ya con esa edad -ambos nacieron en 1937-, sigan tan activos, tan frescos, tan jóvenes y todavía en la vanguardia. Las piezas de Esther Ferrer ya las hizo en San Sebastián y en otros lugares, pero son trabajos importantes en su trayectoria de los últimos años. En el caso de Isidoro sí que es más difícil. Nos reunimos en Madrid durante horas y dijo que lo que más le gustaba de Santiago era la escalera del Museo do Pobo Galego. Entonces, para mí fue claro que tenía que intentar hacer algo allí. Lleva ocho meses con ella, ha venido a Santiago y ha sacado todos los planos. Es un trabajo riguroso y la gente joven tiene mucho que aprender ahí, por eso también invitamos a Isidoro Valcárcel a impartir un taller.

-En las piezas que se presenten volverá a haber una conexión con temas muy de actualidad, como el feminismo.

-Sí que hay hilos que al festival le interesan desde el inicio, como la recuperación de la memoria, el trabajo con la comunidad... Claro que los asuntos de género, lo que tiene que ver con el feminismo, también están, pero tratados desde un lugar de rigor y de contacto directo.