Naturgy reanuda el servicio de transporte en ferri en el embalse de Portodemouros

La Voz MELIDE / LA VOZ

SANTIAGO

noguerol

La barcaza, que une las provincias de A Coruña y Pontevedra, estuvo dos semanas varada por una revisión de seguridad

25 ene 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

Se acabaron los rodeos por carretera de hasta 30 kilómetros para desplazarse de Santiso a Vila de Cruces y viceversa. El servicio de transporte que Naturgy ofrece en el embalse de Portodemouros para comunicar sendos municipios de las provincias de A Coruña y Pontevedra, respectivamente, se reanudó el miércoles por la tarde después de dos semanas interrumpido por revisión técnica de la barcaza.

La embarcación se sometió a un control que la compañía hidroeléctrica está obligada a realizar cada 3 años para preservar la seguridad del ferri y de los usuarios, y después de 15 días varada en la orilla de Santiso, donde se realizó la inspección, se puso a flote de nuevo en las aguas del pantano, donde se concluyó la revisión con las pruebas de navegabilidad, flotabilidad, y estabilidad, según precisaron desde Naturgy.

Superada la inspección, la empresa reactivó el servicio de transporte de vehículos en el embalse de Portodemouros, que, de manera gratuita, funcionará las 24 horas del día, los 365 días del año. Mantener ininterrumpidamente ese paso entre Santiso y Vila de Cruces es una obligación de la compañía, tal y como consta en la concesión administrativa de explotación del pantano y recuerdan en la Asociación de Afectados polo Encoro de Portodemouros, desde la que ven «inxustificable» que Naturgy interrumpiese dos semanas el servicio para inspección del ferri cuando iguales trabajos se acometieron, en anteriores ocasiones, en menos tiempo.

El presidente del colectivo, José Luis Carril, reiteró esa crítica al hilo de la reanudación del servicio de transporte, que, recuerda, «é público, e, salvo imprevistos excepcionais, non pode interromperse» porque hacerlo, «causa un gran prexuízo a moita xente», afirma Carril, que hace hincapié en la obligación de mantenerlo, contenida en la concesión.

El presidente del colectivo de afectados por este embalse reprocha que, al margen de por inspecciones técnicas, el servicio se vio interrumpido en más de una ocasión por las «constantes avarías» de la barcaza, que entiende se quedó «obsoleta» tras cuarenta años funcionando. De ello responsabiliza a la Consellería de Infraestruturas e Movilidade, como departamento al que está adscrito ahora Augas de Galicia. «Permítenlle á empresa facer o que lle dá a gana», critica para denunciar también que «aínda non se concluíron as obras de ampliación do ancho das rampas de acceso á barcaza».