Toda la oposición carga contra Noriega por la pérdida de los fondos de la depuradora

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

Los tres grupos municipales dejan solo al alcalde en su crítica a la Xunta

17 ene 2019 . Actualizado a las 22:49 h.

La más que probable reasignación a la ría de O Burgo de los fondos europeos hasta ahora destinados a la futura depuradora de Santiago ha disparado la tensión entre la Xunta y el Concello. Hasta el punto de que Martiño Noriega elevaba ayer el tono con el que en noviembre cuestionaba a Núñez Feijoo. Si entonces lo acusaba de «mala fe» y «deslealdade institucional», ayer apuntaba directamente a un papel activo de la Xunta en contra de los intereses de Santiago: «Hai que preguntarse ata que punto [el Gobierno gallego] fai política partidaria, e ten a indecencia de traballar contra os intereses da capital galega». «Non é lícito», abundaba el alcalde de Compostela Aberta (CA), «que o Goberno de todos os galegos traballe para prexudicar a unha cidade».

Y apunta directamente a la conselleira Ethel Vázquez y, con ella, a Agustín Hernández. «É a única conselleira que actúa cun sesgo partidario tan claro para con Santiago, e queremos pensar que iso non ten nada que ver con que fora durante anos subordinada de Hernández», a quien Noriega achaca la «desvergoña de levar ao pleno [hoy] unha proposta para que os fondos de Santiago vaian para outra cidade». La consellería recuerda que en la misma carta en que pedía a Madrid que los fondos inejecutables en Santiago se reasignasen en Galicia, solicitó garantías de financiación estatal para la EDAR.

CA no renuncia a Silvouta

«Ten obsesión coa conselleira», decía ayer Hernández tras coincidir con los demás grupos de la oposición, aunque con distinto argumentario, en que la pérdida de fondos tiene un culpable: Noriega y su gobierno. Para el PP, la permanencia de esos fondos se puso en cuestión cuando CA decidió promover la continuidad de la EDAR en Silvouta, con nuevas instalaciones, pese a que O Souto tenía toda la tramitación resuelta. «Agora estaría en obras», dice Hernández.

PSOE y BNG también dirigen el dedo acusador hacia Noriega. Pero en este caso no por pasar de O Souto, sino por «perder tres anos» y formular una alternativa en Silvouta hace menos de uno. Aunque sus afectos están con esta última localización, siempre defendieron la necesidad de asegurar esos fondos y coincidieron en advertir del riesgo de llegar a este punto, su pérdida; si bien ahí Paco Reyes (PSOE) señala también al PP por haber promovido a su vez en el 2011 el cambio de ubicación que había decidido el bipartito (Silvouta) por O Souto. Ese cambio llevó a iniciar todo el proceso y a la pérdida de los fondos que terminaban en el 2014. Pero Noriega no renuncia a la financiación estatal ni a Silvouta.

El alcalde se agarra a la proyección que el Gobierno central hace en su propuesta de presupuestos, en la que incluye más de 30 millones hasta el 2022, aunque para el 2019 la asignación se queda en 65.000 euros: «Se proceden de fondos europeos, perfecto; senón será o Goberno central quen terá que buscar de que partida proceden», porque, como obra de interés general, «é o Estado quen ten que financiar o 60 %».

Desde el BNG, Goretti Sanmartín calificaba como «o maior erro» de CA demorar hasta tres años la formulación de una alternativa a O Souto «cando Acuaes estima a necesidade de 8 para a construción». Por tanto, la pérdida de los fondos tiene «un único responsable por moito que o alcalde tente repartir culpas entre os gobernos estatal e galego». Y recrimina a Noriega que no aportase «unha solución pactada para consignar eses fondos».

Entre la crítica a la gestión de CA, Reyes dice que es el Gobierno central, «goberne quen goberne», el que tiene que dar solución a una instalación de interés general, con o sin fondos europeos.