27 horas desde Santiago a Viveiro en autobús, una odisea que se repite

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

CEDIDA

La empresa Arriva lamenta que la usuaria "haya tenido una mala experiencia"

18 ene 2019 . Actualizado a las 14:32 h.

Las deficiencias en la conexión territorial de Galicia, donde más allá de la comunicación entre las grandes capitales anda coja, supone todo un reto para las personas que dependen del servicio regular. Victoria Rodríguez Conesa, usuaria habitual del transporte público, es una de las afectadas. Afincada actualmente en Pontevedra y natural de A Mariña, esta mujer de 38 años narra la odisea, llena de percances, que vivió el fin de semana para llegar de la ciudad del Lérez hasta el tercer municipio más poblado de la provincia lucense. Esta película, basada en hechos reales, se titula: 27 horas de Santiago a Viveiro en bus.

Victoria Rodríguez se montó en un autocar en Pontevedra este domingo para asistir ese día al cumpleaños de su hermano, pero «no llegué», apunta. Su viaje se empezó a torcer en Santiago, cuenta: «Hasta allí fui con Monbus, que funciona bastante bien y tiene muchísimas más frecuencias que Arriva, la única compañía que va a la Mariña lucense».

Llegó a Compostela en hora, pasadas las seis de la tarde, con cinco minutos de margen para coger la siguiente conexión, o al menos eso creía. «El problema es que la búsqueda de horarios en la página web de Arriva induce a errores. Cuando buscas un trayecto, por ejemplo de Santiago a Viveiro, y no hay ese servicio te aparecen por defecto los horarios para la vuelta el mismo día, es decir de Viveiro a Santiago, una información que no había pedido. Lo normal es que salga una frase del tipo ‘no hay servicios disponibles’, pero no es el caso. No te paras a leer los enunciados y fue lo que confundió todo», explica.

«Estaba esperando al bus que salía a las seis y cuarto, aunque en realidad en todo el día no había ninguno, y al cabo de 45 minutos me dirigí a la cabina de Arriva que hay en la estación», continúa. «Estaba cerrada, pero, al ser domingo, no me sorprendí. Luego caí en el error y hasta el día siguiente no había autobuses. Me quedé tirada en Santiago y tuve que pagar un albergue. Al día siguiente solo había un autobús, a las siete de la tarde, que llegaba a las diez menos veinte de la noche a Viveiro. Si lo hubiese cogido habrían pasado 27 horas para llegar con Arriva de la capital gallega hasta la otra ciudad», subraya.

Ella optó por otra opción, que le permitió llegar el lunes a las cinco y media de la tarde a casa. «Fui con Monbus a Ferrol y allí esperé tres horas para coger el tren a Viveiro. No solo llegaba antes de esta forma, sino que me ahorré 7 euros. Me costó unos 12 euros, mientras que el bus directo de Arriva me valía 19,95 euros», apunta.

Una «conexión tercermundista»

«A Mariña lucense es la peor conectada de Galicia, por falta de frecuencias y por los desajustes horarios. No tiene sentido, por ejemplo, que de Viveiro a A Coruña haya un bus a las siete de la mañana, otro solo media hora después, y ninguno más hasta las seis de la tarde», critica Victoria Rodríguez. «Es una conexión tercermundista. Jamás me ha pasado en ninguna otra parte, y eso que he vivido en Japón, Holanda y muchos otros sitios», destaca esta trotamundos, una defensora del transporte público sin coche propio «por decisión voluntaria».

Esta ya ha trasladado su queja a distintas instancias: «He hablado con la secretaria de la Consellería de Mobilidad y le he enviado un escrito. También me puse en contacto con Monbus para pedirles que negocien la cobertura de A Mariña, que es vergonzosa. Desde que se adjudicó a Arriva se han perdido líneas. Dudo que se cubran los servicios mínimos, pero esto es lo mínimo de lo mínimo. Es algo que sufrimos en silencio los viveirenses, porque ya tenemos asumida esta situación como algo normal, cuando no lo es».

La treintañera afirma que hay muchas otras deficiencias en la atención a los viajeros: «El domingo no había gente en las oficinas que tiene Arriva en la estación de Ferrol, ni las hay en Santiago. En ambos casos tienen pantallas táctiles para informar de horarios, pero ni siquiera funcionan bien. Pon una persona y crea empleo».

«En la estación de Viveiro Arriva no dispone de pantalla táctil ni de ningún tipo de personal y su oficina está siempre cerrada. En la oficina que se encuentra al lado, me dicen que todos los usuarios de Arriva se dirigen a ellos para consultas, incluso telefónicamente, y que la compañía de viajes que opera en la estación colgó a iniciativa propia un cartel con los horarios en la oficina permanentemente cerrada de esta empresa para dejar de atender las consultas; pero nadie sabe si esa información está actualizada», repara la mariñana.

Sobre «el defecto» en el buscador del portal de Arriva que la llevó a pasar todo un día de viaje para recorrer 156 kilómetros, Victoria Rodríguez no encuentra justificación posible: «Soy gerente de empresas y este tipo de cosas tienen una solución muy sencilla. Es una cuestión de no querer mejorar la web en un detalle muy básico. No quieren invertir, ni en esto ni en personal para sus oficinas o controladores de bus como tienen otras empresas».

Valoración de Arriva Galicia

Durante el día de hoy y en relación con la información publicada por La Voz, la empresa Arriva Galicia lamentó "que la usuaria protagonista del reportaje haya tenido una mala experiencia". Puntualizó que la empresa pone a disposición de los viajeros todos sus horarios actualizados a través de su página web, su aplicación móvil (para Android e IOS), en las taquillas de las estaciones de autobuses, tanto en las propias de Arriva como en las de información general, así como en las pantallas táctiles instaladas en sus taquillas. También dispone de un teléfono (981 330 046) operativo de lunes a viernes, de 8 a 21 horas, los sábados (de 9 a 14 horas) y domingos (de 16.30 a 20.30). Desde Arriva también señalan que cumple "estrictamente" los servicios definidos en la concesión que presta en la comarca mariñana.