El Ourense CF minimizó al Compos

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Remontó tras el descanso el gol de Ayhtami (1-3)

13 ene 2019 . Actualizado a las 20:22 h.

El Compos estrena el año igual que acabó el 2018: mal. Y esta vez más dura que la derrota, a diferencia de otras ocasiones, son las sensaciones, porque el equipo no estuvo fino en ningún momento e incluso enfadó a su afición. El rival fue superior de principio a fin y resolvió tras el descanso.

El Ourense Club de Fútbol, con tres centrales y dos carrileros, se plantó en el Vero Boquete de San Lázaro con la idea de sacarle el balón al Compostela. Y consiguió lo que ningún otro equipo esta temporada en el feudo santiagués. En la primera mitad marcó el ritmo, apretó muy arriba, se hizo con la posesión y obligó al colectivo de Yago Iglesias a jugar como no le gusta, al compás del rival. En la segunda, más de lo mismo, pero con pegada.

En el período inicial, la única nota positiva para los locales era que el adversario no conseguía traducir ese dominio en peligro. De hecho, hasta la media hora de juego no chutó con intención, en un lanzamiento lejano de Sergio Paz que se fue muy cerca del larguero.

El Compos contestó con su primer tiro entre los tres palos y acabó en la red, en una jugada un tanto peculiar. En una falta ensayada, Marcos Remeseiro ganó la línea de fondo y centró hacia el otro costado. El balón acabó llegándole a David Uña, que envío con la testa hacia el área pequeña. Y, de cabeza en cabeza el último en tocar fue Aythami, para llevar el esférico a la red.

En el 37 Brais Abelenda se enredó dentro del área y acabó dilapidando una buena opción. Poco después Santi Gegunde cabeceó mal, a la salida de un córner. Y poco más cabe apuntar en el bagaje ofensivo azul y blanco hasta el descanso. En el otro lado, Murillo, en el 43, cazó un chut cruza y do que se fue fuera por muy poco.

Tras el paso por los vestuarios, en solo cinco minutos el Ourense CF le dio la vuelta al partido, en sus dos primeras llegadas, por su costado izquierdo, mal defendidas por los locales. En la primera el centro lateral cruzó el área de lado a lado sin que nadie lo despejase. Robert controló un pase atrás y tuvo tiempo para clavar el balón lejos del alcance de Anxo. En la segunda, un despeje hacia el vértice del área grande favoreció a Renan, con tiempo para bajar el balón con el pecho, levantar la cabeza y chutar al segundo palo.

Yago Iglesias no tardó en mover el banquillo. Primero entró Miki, que le dio algo más de mordiente a la banda derecha. Después, Mon y Josiño. Pero el Ourense, con ofició, cabeza y poderío físico, no solo controló sin mayores problemas sino que hacia el final amplió la cuenta.