Mar Calvo: «La alimentación tradicional gallega es muy saludable, hay que volver a ella»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Relacionaron en una investigación la dieta atlántica con mayor longevidad y menor mortalidad cardiovascular

04 mar 2019 . Actualizado a las 13:53 h.

La Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición premiaron en el 2018 el estudio Galiat (Galicia Atlantic Diet), realizado en el área sanitaria de Santiago. Es un ensayo clínico, que tuvo como objetivo «evaluar la eficacia sobre el perfil metabólico y la adiposidad de una intervención nutricional basada en la dieta atlántica tradicional de Galicia. Se trabajó con familias y participaron 6 organismos públicos de investigación, 7 empresas de alimentación gallegas y profesionales del área sanitaria de Santiago», explica Mar Calvo, especialista de análisis clínicos en el CHUS y su coordinadora.

-¿Cómo surgió este trabajo?

-La directora científica de la Misión Biológica de Galicia, un centro del CSIC, de Pontevedra, que investiga sobre recursos agroalimentarios y marinos de Galicia, me propuso estudiar los efectos sobre la salud de esos alimentos.

-¿Qué alimentos?

-Vinos de cepas autóctonas gallegas, mejillones, grelos y otros autóctonos característicos de la dieta atlántica. El proyecto iba a ser más modesto, pero conseguimos financiación de los fondos Feder Interconecta, en las convocatorias del 2013 y del 2015, eso permitió hacerlo más ambicioso.

-¿En qué consistió el estudio?

-Conocíamos diversas intervenciones realizadas para cambiar hábitos de alimentación, y nos pareció que era interesante hacerlo desde el ámbito sanitario. Si éramos capaces de coordinar la comunidad, con la atención primaria y especializada, podíamos promover mucho mejor los cambios de estilo de vida con una alimentación saludable.

-¿En qué fase está?

-Finalizó el trabajo de campo. Ahora tenemos una base de datos con más de un millón de entradas que depuramos, y estamos obteniendo resultados.

-¿De qué datos disponen?

-Tenemos datos de estilos de vida, alimentación, de numerosas analíticas y controles, mediciones de adiposidad, pliegues subcutáneos, hábitos de tabaco y alcohol de las personas participantes y otros. Fue un trabajo complejo.

-¿Cuál fue la complejidad?

- La intervención nutricional tomó como referencia un patrón dietético con las características de la dieta atlántica. Participaron 250 familias de A Estrada, en total 720 niños y adultos, con una intervención sobre 127 familias y 123 familias de control.

-¿Qué diferenciaba las familias de intervención y las de control?

-Durante seis meses, las 127 familias del grupo de intervención participaron en un programa de cuatro sesiones individuales de educación nutricional, alimentaria y gastronómica, se les entregó material de apoyo con recomendaciones nutricionales, planificación de menús, recetas calibradas y formación sobre preparaciones culinarias. Se les suministraron gratuitamente y en cantidad suficiente alimentos característicos de la dieta tradicional gallega, aportados por las empresas colaboradoras en el estudio. Las 123 familias del grupo control continuaron con sus estilos de vida habituales hasta finalizar su participación en el estudio.

-¿Qué conclusiones destaca del estudio?

-Los últimos 50 años han cambiado los patrones alimentarios a nivel mundial. Los jóvenes ahora comen peor que sus padres y abuelos. El estudio revela que la alimentación tradicional gallega es muy saludable. Hay que volver a ella. Nuestra dieta atlántica está relacionada con una mayor longevidad y una menor mortalidad cardiovascular. Por eso defendemos como grupo el regreso a esa dieta tradicional, de proximidad, para que nuestras familias puedan comer de una manera adecuada y más saludable. Es bueno para prevenir la obesidad y enfermedades asociadas.

Con Mar Calvo, formaron el grupo de investigadores principales del estudio Galiat «la pediatra Rosaura Leis, el epidemiólogo Francisco Gude, el jefe de análisis clínicos del CHUS, Alfonso Javier Benítez, y el jefe del centro de salud de A Estrada, Juan José Sánchez», indica.

-¿Repercutió la investigación en las empresas?

-Se constituyó una alianza estratégica de I+D+i para estudiar los alimentos autóctonos gallegos y la dieta atlántica. Las empresas facilitaban mejillones, queso, vino albariño y mencía, aceite de oliva gallego y otros productos. Al participar en la investigación se beneficiaron de fondos europeos para mejoras tecnológicas y también del conocimiento, para mejorar sus productos y que llegasen a la población con unas características más saludables.

-¿Cuál fue la importancia real de las familias de A Estrada?

-Valoramos la familia como unidad de intervención, abarcando desde la infancia hasta la vejez, ya que en la familia se aprenden los buenos hábitos nutricionales y de estilo de vida. El centro de atención primaria de A Estrada funcionó como un entorno estratégico excelente para prevenir e intervenir en los factores de riesgo que afectan a la salud humana.

-Tuvieron buena respuesta...

-Muy buena. Se involucró muchísima gente. Además, se movilizó el Ayuntamiento, una empresa de muebles nos prestó espacios para guardar alimentos, un restaurante nos permitió hacer prácticas para enseñar cocina saludable, se implicó una escuela de hostelería, especialistas del hospital... Teníamos todo a nuestro alcance y una comunidad volcada en participar. Ahora los resultados se incorporan a la comunidad a través del Plan de Salud Local, marco estratégico para hacer sostenible a intervención a largo plazo.