Fiscalía investiga la legalización de la sala Malatesta como teatro

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Las pesquisas se centran en un posible trato de favor, ya que el Concello ordenó cerrar el establecimiento y jamás lo ejecutó

23 dic 2018 . Actualizado a las 21:51 h.

La investigación judicial por trato de favor a locales de ocio nocturno que afectó al concejal de Urbanismo de Santiago, Jorge Duarte (Compostela Aberta) -que llegó a estar imputado-, ha revivido tras el archivo que dictó en su día la jueza Ana López-Suevos en un auto no exento de polémica. La Fiscalía territorial de Galicia ha confirmado que ha vuelto a abrir diligencias de investigación que, en este caso, afectan a un único establecimiento: la sala Malatesta, situada en los números 51 y 53 de la calle de San Lourenzo.

Desde verano, en al menos ya tres ocasiones la Fiscalía de área compostelana ha solicitado numerosa documentación al Concello respecto al expediente Malatesta y a su legalización con licencia de teatro tras dos años y medio de intentos fracasados de obtener la de café-concierto.

La sala, que alberga conciertos en directo y funciona también como local de copas, no pudo obtener la licencia de café-concierto que pretendía porque el técnico municipal que analizó el expediente concluyó que había gravísimas carencias de seguridad, especialmente en lo que respecta a la evacuación en caso de incendio. Por ello, se le rebajó el aforo máximo permitido de las casi 500 personas que pretendía la gerencia del local a solo cien. Y no solo eso, ante la imposibilidad de adecuar la sala a las exigencias del Concello, se terminaron dictando varias órdenes de precinto y cierre que, sin embargo, jamás se llegaron a ejecutar porque la concejalía que dirige Jorge Duarte no dio esa orden a la Policía Local.

Este es el meollo de la investigación de la Fiscalía: el por qué no se cerró la sala Malatesta pese a las advertencias del técnico de los graves problemas de seguridad existentes y a que había varios decretos, firmados por Duarte, ordenando precinto y cierres. La pesquisa debe determinar si hubo o no un trato de favor. En caso de que existan indicios de que así fue, el ministerio público tomaría la determinación de presentar denuncia ante el juzgado de instrucción competente para que prosiga con las indagaciones. Eso fue lo que ocurrió en el caso anterior, que la magistrada López-Suevos decidió archivar en un auto en el que asumía todas las tesis de la defensa. Pese a su sorpresa, la Fiscalía no recurrió la decisión, lo que privó a la Audiencia Provincial de pronunciarse sobre este asunto.

Tras esa posible laxitud durante los dos años y medio en los que la sala Malatesta no fue cerrada, el local optó por solicitar recuperar la licencia de teatro de la que gozaba en el 2009. En un decreto con fecha del 6 de septiembre pasado, Jorge Duarte aceptó la propuesta y legalizó el establecimiento como teatro con un aforo máximo de 344 personas y sin ninguna referencia ya a los problemas de seguridad que podrían aparecer en caso de que se declare un incendio.

La licencia solo permitiría abrir el local hasta las dos de la mañana

¿Por qué estuvieron los propietarios de la sala Malatesta dos años y medio intentando obtener una licencia de café-concierto para acabar desistiendo y acogiéndose a la antigua que tenían de teatro? La razón es que la primera otorga muchas más ventajas para el local en lo que respecta a las horas en las que está autorizado a abrir, ya que tiene como tope las cinco de la mañana, tres horas más que el permiso con el que se han tenido que conformar finalmente.

La normativa de la Xunta estipula que los teatros son «establecimientos públicos fijos e independientes que, debidamente autorizados, se destinan con carácter permanente a la celebración de espectáculos teatrales o musicales sobre un escenario en una o más salas». Están además obligados a contar con «escenario y camerinos». La regulación de sus horarios de apertura los sitúa en el epígrafe de espectáculos públicos.

Por su parte, los café-concierto son locales «en los que se desarrollan actividades de ocio consistentes en actuaciones teatrales, de variedades o musicales en directo, sin pista de baile para el público, pudiendo o no disponer de escenario y camerinos y en los que se ofrece servicio de bebidas o restauración». La norma especifica además que «está prohibido que en estos locales se celebren bailes». La regulación de horarios lo considera como una actividad de ocio y entretenimiento.

Así las cosas, y sin entrar a valorar en qué categoría encaja mejor, lo cierto es que la sala Malatesta estuvo funcionando como un café-concierto durante más de dos años pese a que el Concello le había denegado esa licencia. Es más, el local estuvo siempre abierto en ese tiempo sin que se cumplieran las órdenes de cierre y precinto que pesaban sobre él. Con el permiso de teatro por el que se rige ahora debería de cerrar todos los días a las dos de la madrugada. Algo que, según vecinos de la zona, no se está produciendo. Se quejan, además, de que el Concello no vigila este incumplimiento.