La falta de policías locales por la noche impidió dar apoyo a una víctima de violencia machista

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Tan solo había una patrulla disponible y no se pudo trasladar a comisaría a la mujer en un vehículo del cuerpo

21 dic 2018 . Actualizado a las 19:12 h.

Ocurrió en la noche del pasado domingo y la situación es buena muestra de los graves problemas que está generando en Santiago la falta de policías locales en el cuerpo por la incapacidad del gobierno local de Compostela Aberta (CA) de cerrar el conflicto laboral que arrastran desde hace meses. Una mujer de la zona de Lavacolla llamó pidiendo ayuda porque su expareja había acudido a su casa y, según testigos presenciales, aporreaba la puerta con gran violencia. Tan solo cinco efectivos componían ese día el turno nocturno, cuando lo mínimo en condiciones normales son once, lo que impidió dar el apoyo necesario a la víctima que marca el protocolo de actuación para casos de violencia machista.

Esa noche tan solo había una patrulla -dos agentes- desplegada en la ciudad. Tras recibir el aviso, pusieron de inmediato rumbo a Lavacolla. La violencia que mostraba el hombre hizo necesario enviar también como apoyo al único agente de atestados que había en ese momento en las dependencias de Raxoi, lo que dejó totalmente desprovisto este servicio.

Detenido y al calabozo

Así las cosas, solo había tres policías para atender un caso de violencia de género en el que, además, se sabía que el hombre mostraba una actitud violenta, que posteriormente fue, precisamente, la que motivó su detención y el que pasara la noche en el calabozo municipal. En condiciones normales, la situación habría requerido la presencia de al menos dos patrullas -cuatro agentes-.

En la comisaría local quedaron tan solo dos agentes. Uno en el control de puerta y otro en centralita. Así que durante todo el tiempo que duró la intervención, que se prolongó hasta pasada la una de la madrugada, el cuerpo de seguridad municipal quedó completamente desprovisto de efectivos en caso de que se produjera otra alerta.

Además, al no haber un coche adecuado para el transporte de la víctima, que estaba acompañada por un hijo menor de edad, los agentes desplazados a Lavacolla no pudieron trasladarla y acompañarla a la comisaría de la Policía Nacional para que presentara la denuncia correspondiente. Se vieron obligados a invitarla a que lo hiciera por sus propios medios, algo que no está confirmado que finalmente hiciese.

El apoyo a las víctimas de violencia machista no es el único servicio que se está resintiendo por la falta de agentes en las calles. Hace meses que prácticamente tampoco hay controles de alcoholemia y drogas y que es mínima la vigilancia de las fiestas en pisos y la movida nocturna.