«Después de tantos años sin descanso, llega el momento de la despedida»

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Los propietarios del Quiosco Fátima: «Empezamos en el local en 1987, vamos a echar de menos a la gente de siempre»

18 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace 42 años Fátima Vázquez y Ramón Ribeira no han estado separados ni en su vida privada ni en su vida laboral. «Nos conocimos en Inglaterra, nos casamos en Inglaterra y allí tuvimos a nuestras dos hijas», comenta Fátima. Tras 14 años en la emigración, «vinimos a Santiago. Recuerdo que echábamos mucho de menos Inglaterra», pero «la vida es así, y al final nos adaptamos a Santiago».

Los dos en Inglaterra trabajaron en un hospital «con gente mayor, un geriátrico», y al venir a Santiago cambiaron radicalmente de profesión. Vieron el traspaso de la tienda, y «nos metimos, pero nosotros empezamos a vender prensa. Antes solo eran juguetes y algo de papelería. Aquellos eran tiempos buenos para la prensa», recuerda Ramón. Corría el año 1987, y desde entonces «no tuvimos vacaciones. Solo cuando cumplimos los 25 años de casados, se quedaron nuestras hijas en el negocio, y nos fuimos a Roma una semana», apunta Fátima. Las otras vacaciones en estos 31 años de vida del Quiosco Fátima fueron en dos Semanas Santas, «pero solo los días cortos, que fuimos a Mallorca y a Alicante, pero sin cerrar. Quedaron las hijas».

Ramón reconoce que la vida de los trabajadores autónomos es «muy dura, y más en un quiosco. No hay días libres». La crisis de los periódicos «nos tocó de lleno. Antes había muchas personas que venían a comprar el periódico todos los días. Creo que somos el quiosco que más periódicos vendía. El fin de semana había cola, pero la moda de leerlo en Internet la pagamos todos. Vosotros y nosotros», dice Fátima.

Si bien una parte importante del negocio era la venta del periódico, «lo que nos dio la vida muchos años fue el Peleteiro. Cuando se fue de aquí, lo notamos». Los alumnos del colegio eran no solo los clientes más fieles, «sino que todos los días venían a por algo. Cuando no era un bolígrafo, era una libreta, papel o cartulina». Aquellos eran los tiempos en los que «no teníamos la competencia de las tiendas de los chinos ni las grandes superficies». Cuando abrieron el quiosco, «en Santiago no había grandes áreas. Abríamos las tardes del sábado, y vendíamos muchos juguetes y libros para los cumpleaños de los niños del colegio Peleteiro, pero las grandes superficies nos hicieron daño, y la competencia de los chinos también». Incluso así, el cierre «no es por las ventas. Es porque las circunstancias de la vida te hacen valorar más la familia que el dinero», explica Fátima.

Ramón y Fátima acaban de tener a su segunda nieta, y «nuestra hija nos necesita. La niña tiene dos meses y la otra nieta cuatro años. La familia es más importante que el dinero, y Ramón puede jubilarse ya. Yo esperaré dos años más». Además, la madre de Ramón «tiene 97 años, y aunque está muy bien. Hay que estar con ella».

El fin de su vida laboral activa llegará el próximo 31 de diciembre, y tendrán que esperar «unos años más para hacer planes de viajes. Toca estar con la familia y disfrutar de ella». Estos días están despidiéndose de sus clientes. «Creo que los vamos a echar mucho de menos, porque algunos vienen desde el primer día que abrimos», apunta Fátima. Durante la charla entra una de sus clientas de «toda la vida», y en el trato se percibe la confianza alimentada a lo largo de muchos años de confidencias y amistad.

Fátima y Ramón tienen claro cuál es el secreto para mantenerse unidos durante tantos años, pese a echar todo el día juntos. «Ramón tiene mucho carácter, pero se le pasa enseguida», comenta con sorna Fátima, mientras Ramón asiente. Ahora que tendrán que despedirse para siempre del Quiosco Fátima solo sienten que «no venga una persona a quedarse en el negocio y con la mercancía».

Los protagonistas. Ramón Ribeiro y Fátima Vázquez. Tras 14 años de emigración en Inglaterra, llegaron a Santiago y comenzaron a trabajar en el Quiosco Fátima de la rúa República de Arxentina, en 1987.

Fin de actividad. El próximo 31 de diciembre cesará la actividad del quiosco por la jubilación de Ramón.