Noriega carece de presupuesto a cinco meses de las elecciones

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La oposición, decepcionada con la gestión de este año, conocerá la propuesta aún mañana

10 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con diciembre enfilando ya hacia final de año, la aprobación de los presupuestos municipales del 2019 es todavía una incógnita. Y una evidencia de que Compostela Aberta lo tiene difícil para sacarlos adelante en esta ocasión. De hecho, pese a haber adelantado a septiembre las conversaciones con socialistas y nacionalistas para negociar al menos su abstención, todavía carece de fecha para llevarlos a pleno. Y ello implica que el año arrancará con las cuentas del 2018 prorrogadas. De nuevo. Porque no deja de ser lo habitual en Raxoi, al margen del color y de las mayorías de sus gobiernos, aunque esa misma dinámica también ha constatado que es en la antesala de las elecciones locales cuando se aprueban con mayor premura.

Pero ese no será el caso en esta ocasión. Y hasta es posible que Martiño Noriega tenga que llegar a las elecciones con las cuentas prorrogadas, lo que supondrá la congelación de inversiones, y de las subvenciones nominativas a entidades sociales, culturales y deportivas que suman anualmente en torno al millón de euros. Compostela Aberta no tiene la red de seguridad que le aseguraban hasta ahora las negociaciones con socialistas y nacionalistas, quienes dieron por zanjadas las conversaciones hace semanas sin entrar siquiera a analizar la propuesta de CA para el 2019.

El nivel de incumplimiento de compromisos presupuestarios anteriores -lejos de ser mínimamente satisfactorio para PSOE y BNG, aunque CA discrepa- ha minado un escenario ya muy condicionado por la proximidad de la cita con las urnas y en el que la oposición ha reprochado también la imposibilidad por su parte de concertar iniciativas reductoras o bonificadoras en la política fiscal. Después de que PP y PSOE le impusiesen la bajada del IBI al inicio del mandato, el ejecutivo de Noriega no ha vuelto a abrir ese debate y sistemáticamente ha optado por la congelación fiscal, lo que evita su pase por el pleno, donde está en minoría.

Con la vía negociadora inicial cortada, el gobierno presentará todavía mañana su propuesta a los demás grupos. Y no descarta que pueda ir a pleno en diciembre, aunque parece más que improbable. No tanto porque cualquier intento negociador adicional sea complicado a estas alturas, sino porque la propuesta requiere informes técnicos que no se solventan en unos días. En cualquier caso, CA no renuncia a presentarlos. Entiende que es su «responsabilidade» y que su línea «continuista» con los ejercicios precedentes debería facilitar su tramitación. Y ha lanzado un guiño en el capítulo inversor, vinculándolo en buena medida a acuerdos plenarios ya adoptados.

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Non terán cheque en branco

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Pero «a nós impórtanos tamén o resto», dice el socialista Paco Reyes, quien advierte que CA «non terá un cheque en branco» con ellos y que el equipo de Noriega conocerá sus alegaciones o enmiendas en la comisión informativa o en el pleno, donde ya entrará en liza el PP, ajeno a unas negociaciones frustradas en las que el BNG (como el PSOE) pasó de puntillas, desencantado no solo con el grado de «incumprimento» de CA con acuerdos anteriores, sino con la inadvertencia de «vontade» para corregirlo.

Llegar al pleno sin un acuerdo con alguno de los dos grupos minoritarios abre un escenario muy incierto para asegurar presupuesto propio para el 2019 o al menos con margen suficiente para que entre en vigor antes de las eleccciones. Y que el acuerdo no es fácil es más que evidente cuando CA no ha presentado todavía su propuesta, aun cuando la aprobación de las cuentas no requiere mayoría absoluta, pero sí la abstención de los dos grupos mayoritarios o el apoyo expreso de uno de ellos.

Los de Incolsa, Tussa y Auditorio están aprobados por sus consejos

CA explorará la disposición de la oposición para facilitar la tramitación de las cuentas del 2019 el martes. Ahí será cuando esta disponga al completo de una propuesta que, en contra de lo previsto inicialmente, no bajará de los 110 millones del 2018, en el caso de que prosperen. Pero no lo tendrá fácil CA ante un grupo socialista que no solo no renuncia a enmendar las cuentas de Noriega, sino que defiende que es su «responsabilidade» hacerlo para contribuir a mejorar los presupuestos que entiende que la ciudad requiere; y con un BNG que espera a conocer la propuesta completa, pero muy decepcionado mientras siguen en el cajón proyectos de primera línea de interés para su formación, como el aparcamiento en el campus y la renovación del globo de la piscina de Sar.

De momento, los consejos de administración de Tussa, Incolsa y el Auditorio han dado su visto bueno a los presupuestos de dichas entidades, con el apoyo del BNG en todos los casos y del PSOE en el último.