El deterioro de las áreas monumentales de A Coruña y Ferrol avanza mientras que en Santiago el turismo amenaza con adueñarse del conjunto histórico
10 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Como a las personas, la edad pasa factura a los inmuebles que requieren más cuidados. Una inversión que a veces se interpreta como un lastre. Sus moradores los cambian por una obra nueva y los gobiernos locales priorizan lo inmediato. Los desprendimientos de la fachada de un edificio en la coruñesa estrecha de San Andrés -una de las áreas protegidas en su plan de urbanismo- han vuelto a activar las alertas sobre el estado de las zonas monumentales. «Lo que se necesita no es un plan de rehabilitación, sino una política de regeneración. Algo que requiere de una unidad administrativa eficaz, como las que tuvieron Pontevedra o Allariz», apunta el excatedrático de Composición Arquitectónica de la UDC José Ramón Soraluce.
La excepción compostelana
En el Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG) diferencian dos escenarios en la provincia. Por un lado, el del deterioro en la Ciudad Vieja de A Coruña y Ferrol Vello, y por otro, la amenaza de la invasión turista en la capital gallega. «Santiago siempre será un ejemplo. Cuando en el 2002 Ferrol abría su oficina de rehabilitación, Compostela recibía un premio de hábitat en Dubái. El problema actual es que puede acabar incumpliendo una de sus premisas: no desplazar a la ciudadanía. Los comercios de toda la vida se fueron. Está a un paso de que le suceda lo mismo que a capitales como Barcelona», alerta Elvira Carregado, vocal de Urbanismo en el COAG.
La arquitecta, que trabajó en la oficina de rehabilitación de Ourense, admite que los problemas derivados de las herencias son uno de los mayores retos en A Coruña, víctima también de la presión inmobiliaria. «Que se venga abajo un edificio es alarmante, pero es un caso puntual. No se va a caer toda la manzana, como sí sucedió con Ferrol», opina, al mismo tiempo que destaca el impulso que se está experimentando ahora la ciudad departamental. «La declaración de bien de interés cultural por la Xunta en el 2011 llegó en el peor momento. Se paralizó todo», admite. «Recuperar lo perdido llevará décadas. Ferrol Vello está tan degradado que casi hay que reconstruirlo desde cero», lamenta Soraluce. La cara positiva está en las licencias de rehabilitación, que remontan. Eso sí, a un ritmo «mucho más lento que en el 2000», reconoce Carregado. La regresión de la era de los recortes aún no se ha invertido.
santiago
De pionero a preocupante
En 1985 fue declarada patrimonio da la humanidad y se convirtió en un modelo de conservación. Los pisos turísticos son el riesgo que tiene convertirse en ciudad-museo.
a coruña
Despoblación comercial
La Ciudad Vieja peatonalizada tampoco es un gancho para los comerciantes. Los carteles de «cerrado» se siguen imponiendo. Las rehabilitaciones avanzan a cuentagotas.
ferrol
Crece la rehabilitación
«El 85 % de las licencias de obra en la ciudad son para rehabilitaciones», apuntan desde el COAG. En la urbe aún está reciente su etapa más oscura tras ser BIC en el 2011.
Especialistas piden que las oficinas de rehabilitación asesoren además de dar licencias
El impulso económico es imprescindible pero también la concienciación. «Las oficinas de rehabilitación no solo se tienen que preocupar de repartir licencias y ayudas, sino también de implicar a los ciudadanos. De asesorarlos. Esta es la rueda que tiene que girar», recalca Elvira Carregado. Sin este compromiso, continúa la arquitecta del COAG , «el éxito de Santiago en los 80 no sería tal. En Ferrol esta implicación la estamos percibiendo en el barrio de A Magdalena. En los 70 pasó de la casa marinera a los rascacielos. Con los años, la gente se está mentalizando de que vale la pena mantener sus edificios históricos. En A Coruña también estamos asistiendo a remodelaciones ejemplares».
La protección como conjunto histórico-artístico en 1941 salvó a la capital gallega de los desmanes urbanísticos. «Compostela tuvo la suerte de tener a salvo su zona antigua mucho antes que el resto», recuerda José Ramón Soraluce. «Sin embargo, -reitera-, la misma distinción no salvó de la dejadez a la Ciudad Vieja de A Coruña ni llevó al Ayuntamiento a comprometerse con un plan integral de recuperación».
La dotación de servicios es la otra batalla. «Para que estas zonas no se mueran necesitan comercio, no ser solo lugares dormitorio, y vecinos jóvenes. No se pueden levantar aceras como en un barrio nuevo para cablear, la modernización ha de ser más lenta, pero tiene que producirse», determina la vocal del COAG.