El sábado, cena

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

20 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Este próximo sábado, 70 personas se van a reunir en Negreira a cenar. Muchas de ellas no se han visto durante años. Alguna es posible que solo conozca a un par de docenas de aquellos con quien compartirá mesa y mantel. Pero todas tienen algo en común: han sido alumnos del desaparecido Colegio Familiar Rural Dubra hace casi 40 años, una experiencia pedagógica que permitió estudiar a chicos y chicas de un mundo rural entonces abandonado de la mano de Dios y explotado. Fue también un centro activista, un soplo de modernidad y punta en lanza del enfrentamiento con los poderes caciquiles que, claro está, eran de paso franquistas.

Un colegio cuya historia está por hacer, por desgracia, en esta Galicia donde la historia local la escriben cuatro porque falta interés. Y cuando se escriba -material hay- se recordará su defensa cerrada de los derechos de aquellos labregos que se rompían el «lombo» para que sus hijos vivieran un futuro mejor que el de ellos, cuando había casas incluso sin cuarto de baño. Por cierto, en la gestión de ese futuro tuvieron una gran relevancia los padres de los alumnos, los propios labregos.

El sábado esos 70 -con ellos estará al menos un profesor, Santiago Carballido, ese gran educador que sin ruido alguno ha dejado tras sí una estela de profesionalidad en su trabajo- harán lo que hacen siempre los ex alumnos cuando se reencuentran: recordar viejos tiempos y preguntarse qué tal les fue en la vida. La incógnita que queda es si también son conscientes de que ellos y el colegio donde estudiaron figuran por derecho propio en la historia de Negreira. Porque precisamente aquellos chicos y chicas cambiaron la historia. Para mí fue un orgullo haber sido su director.