La nueva búsqueda del psiquiatra desaparecido en el Ulla será el día 21

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Augas de Galicia actuará en el embalse para reducir al máximo el caudal del río

12 sep 2020 . Actualizado a las 20:18 h.

La Policía Nacional prometió que volvería a buscar en el Ulla al psiquiatra de Santiago desaparecido hace ya casi un año y el miércoles de la semana que viene cumplirá con su palabra. Para el día 21 está previsto el operativo en el que se volverán a movilizar unidades terrestres y también al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que se sumergirá otra vez en la poza que forma el río en este punto, en la zona de Gundián, en un nuevo intento de comprobar si el cuerpo del médico está allí en el fondo.

Los buzos ya bajaron el año pasado, pero no hallaron nada. Ni un zapato, ni una prenda de ropa ni el más mínimo indicio de que el cuerpo de Mozos estuvo allí. No obstante, y aunque la investigación policial mantiene abiertas todas las vías, la principal sigue siendo que el médico, que trabajada como psiquiatra en el Hospital da Barbanza y que antes lo hizo en el Clínico de Santiago, saltó al río desde el antiguo puente del ferrocarril, ya que en un vial que da acceso a este punto se halló su coche cerrado y en el viaducto había unas colillas del mismo tabaco que él fumaba.

En esta ocasión, y para facilitar el trabajo de los buzos, la Policía Nacional ha solicitado a Augas de Galicia que actúe aguas arriba, en el embalse de Portodemouros, para reducir todo lo posible el caudal del Ulla y aumentar así las posibilidades de éxito de las inmersiones.

Otro punto a favor serán las fuertes lluvias caídas recientemente, ya que podrían haber removido el fondo del río y quizás así liberado el cuerpo del Alfonso Mozos, que pudo quedar atrapado por los sedimentos que arrastró la crecida que hace un año se produjo en el Ulla tras un potente temporal que afectó a toda Galicia.

La familia Mozos Ansorena rompió recientemente su silencio de un largo año para reclamar que se buscase de nuevo a Alfonso con buzos en el río Ulla. Ellos, sin embargo, no creen que el médico se suicidase, aunque creen que tampoco está vivo porque entienden que si hubiese desaparecido de forma voluntaria les habría hecho llegar un mensaje para demostrar que está bien. Piensan que quizás pudo tratarse de un asesinato, ya que en el último año habían aparecido en el entorno del psiquiatra personas nuevas que le tenían más agitado de lo que en él era habitual.