El Banco de Alimentos precisa en Santiago 500 voluntarios para la Gran Recogida

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

MARCOS MIGUEZ

La entidad repartió hasta ahora 206.000 kilos de comida, 26.000 más que durante todo el 2017

17 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Banco de Alimentos Rías Altas saldrá a la calle, o mejor dicho a los supermercados, para recoger los donativos que los particulares realicen dentro de la Gran Recogida que se celebra al mismo tiempo en toda España. Será los días 30 de noviembre, y 1 y 2 de diciembre, y en el caso de Santiago y su entorno estará presente en 44 supermercados de todas las cadenas de distribución. Para llegar a todos los rincones, la entidad precisa un ejército de voluntarios. «Son necesarios unos 1.500, porque la gente no puede doblar turno ni estar a lo largo de todo el horario comercial. Ahora mismo, necesitamos aún 500 voluntarios para, sobre todo, los supermercados del entorno de Santiago», explica Concepción Rey, presidenta del Banco de Alimentos.

Ya el año pasado fue necesario recurrir a voluntarios de A Coruña para atender todos los puestos de Santiago, porque «no es fácil mover al voluntariado de ahí. Ni siquiera los universitarios se animan, y mucha gente aceptaría ir a los súper del centro de la ciudad, pero nos hacen falta para los de zonas como Cacheiras, Bertamiráns, Montouto...», apostilla. Los que quieran colaborar pueden llamar al 604 001 206 (por la tarde) o enviar un correo a voluntarios@balrial.org.

La Gran Recogida del Banco de Alimentos cubre el 80 % de las necesidades anuales del reparto de alimentos y productos de limpieza e higiene personal. El pasado año, en Santiago y los municipios de su entorno se recogieron 81.000 kilos de productos, pero se repartieron 180.000. La diferencia se completa con donaciones de empresas y con otras campañas de recogida en primavera y mensuales en algunos supermercados. En lo que va de año se han entregado 206.000 kilos de comida, lo que «refleja el incremento de necesidades que hay en la zona».

«Hay gente que nunca imaginó tener que pedir comida. Son trabajadores pobres»

Concepción Rey aprecia un cambio radical en el perfil de las personas que recurren a las asociaciones. «Personas que tenían trabajo y buen sueldo, y que sufren el cierre de sus empresas o un despido inesperado. Son personas que nunca imaginaron tener que pedir y que ocultan su necesidad. Van adonde no les conozcan y quedan con la asistente social a unas horas en las que no les vean vecinos. Hay trabajadores pobres y jóvenes que, si se independizan, cobran salarios miserables que les hacen vivir al límite», relata Concepción Rey.

Frente a los síntomas de recuperación económica, Rey considera que «es difícil explicar la cantidad de necesidad que hay en nuestro entorno más cercano. La crisis no solo no ha pasado, sino que está enquistada», sostiene.

Con la Gran Recogida, la entidad espera poder llenar el almacén, en el que ahora mismo hay arroz, dice, «para repartir durante todo un año. Así que, aunque sería bien recibido, lo ideal es que nos den productos que sirvan para complementar el arroz o la pasta. Latas, botes de conservas, legumbres en conserva, y pañales y gel infantil», detalla.

La presidenta del Banco de Alimentos Rías Altas puntualiza que ellos no entregan directamente a las personas, sino que se lo dan a las asociaciones de ayuda a las familias sin recursos. «Pero llevamos un control de los nombres y DNI de los que reciben los productos, para que no se dupliquen repartos».