El Plan Especial no admitirá cambios de usos residenciales por comerciales
SANTIAGO
Las extensiones en zonas de borde y periféricas respetarán los derechos actuales
08 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Plan Especial (PE) del casco viejo que plantea Compostela Aberta (CA) no admitirá cambios de usos residenciales por comerciales, frente a la flexibilización que planteaba el gobierno del PP cuando licitó su revisión. Los populares defendían esta entonces como una forma de frenar la caída demográfica de la zona histórica y asentar nueva población en el ámbito. Y ese es el objetivo primordial también del ejecutivo de Noriega -asumió esa revisión desde el 2015-, aunque con criterios bien diferentes.
Porque lo que necesita el casco histórico, plantea el concejal de Espazos Cidadáns, Jorge Duarte, es «comercio de proximidade, non edificios comerciais enteiros», una de las posibilidades, aunque con limitaciones, que proponía el PP en inmuebles cuya planta baja ya admitiese actividad comercial. El casco viejo no tiene ese tipo de demanda, afirma el edil, sino de «tendas de barrio, de proximidade, de vivendas e de servizo para as vivendas». Ahí está el fundamento de la revitalización del casco, sostiene Duarte: «Xente que viva, que requira tendas para vivir e servizos de fibra óptica, aparcadoiros e unha serie de cousas para poder levar unha vida acorde aos tempos nos que vivimos».
La prioridad es el uso residencial y eso exige mantener el asignado a ese fin, por lo que su merma «non debera ser posible». «Non podemos cambiar un metro cadrado de uso residencial por un metro doutro uso na cidade histórica. Eu negaríame, creo que é innegociable», dice Duarte. Otra cosa sería, muy puntualmente, algún edificio que no tiene uso residencial. Esos casos ya requerirían un estudio pormenorizado, de entrada en detalle.
Compostela Aberta entiende también que la revisión del Plan Especial debe resolver las disfunciones que se dan en siete puntos de la zona de borde del ámbito de protección con su entorno -como en Xoán XXIII (el PE deja fuera medio aparcamiento y media marquesina), en Galeras (está fuera el viejo hospital) o en el camino histórico de San Lourenzo-, extendiendo el ámbito territorial de protección. Duarte sostiene que la incorporación de esos siete puntos de borde, con los elementos «transformados» que aporten, favorecerá su tratamiento con mayor «sensibilidade e delicadeza, con maior rigor e proximidade».
Igualmente, esa revisión se ha fijado en otras siete áreas periféricas incluidas en el plan y en las que están pendientes de resolver cuestiones de movilidad. Se trata de ámbitos cuyo desarrollo requiere ahora la puesta en común de distintas figuras urbanísticas, al afectar a puntos colindantes ajenos al PE. Lo que se plantea en el borrador revisor es someterlas a estudio para determinar si las reformas previstas son viables tal como están contempladas ya o si precisan poner la totalidad de esas piezas bajo el paraguas del PE. En cualquier caso, adelanta el edil, «sen afectar aos dereitos, ás condicións urbanísticas», de sus propietarios, tanto ahí como en las posibles ampliaciones en las zonas de borde.
CA, que en el 2017 reclamó a la firma redactora de la revisión que abordase en paralelo el plan de gestión, sostiene, frente a las numerosas críticas de falta de participación, que la elaboración de este último supuso el «proceso máis participativo a nivel de cidade» en la historia de esta.
El plan de gestión se llevará a pleno este mes, junto con el documento de evaluación ambiental, que habrá de valorar la Xunta.